sábado, 30 de mayo de 2009

URBAN HACKERS CAPITULO 8: LA PELEA

Esa noche Nilén salió sola a caminar para pensar en lo que Noah le había dicho. Era obvio que había una explicación lógica para todo lo ocurrido, habría que buscarla en el cansancio, la falta de aire, o una alucinación, claro , se dijo para sus adentros, eso perfectamente podía pasar en una situación extrema, a lo mejor Noah no encontraba la salida y comenzó a preocuparse y eso le produjo esa visión. Se sentó un momento en un banco del parque y respiró profundamente, ella también estaba confundida, pero sus motivos eran otros.
Decidió bajar sola a la alcantarilla para tratar de descifrar lo que estaba pasando, tenía una linterna pequeña en el bolsillo y de todas maneras se acordaba el camino, el único problema era la tapa que era pesada pero esperaba poder moverla. Sabía que era imprudente de su parte, justamente acababa de reprender a su hermano por ir solo, pero con el estado de ánimo que tenía en ese momento poco más le daba que pudiera pensar su hermano de ella. Nilén se dirigió al lugar donde estaba la toma de aire y movió la rejilla con ayuda de una rama y alumbró un poco la bajada. Una vez abajo, miró hacia la parte de arriba del túnel, había unas cosas colgando que parecían estalactitas, de algún material depositado que lucía oxidado y sucio, ahora que estaba sola descubría cosas que antes no había visto. Comenzó a caminar, mirando a uno y otro costado, mojándose las zapatillas mientras pensaba en lo que le había dicho Noah sobre que tenían iban a tener que hablar, él era la persona en quien más confiaba además de su hermano, por eso mismo, se merecía una respuesta sincera y un cariño total, sin ninguna sombra de duda, se detuvo y apoyo su espalda un momento contra la pared del túnel, tendría que bucear en su interior . Se cruzó de brazos enojada consigo misma, porqué –se preguntaba- tenía que volar su pensamiento hacia alguien que sabía que nunca podría darle lo mismo que Noah. Se apresuró a continuar con el recorrido, quería volver lo antes posible, iba a ir hasta donde lo habían encontrado a Noah la última vez, ella no tenía miedo , no creía en nada sobrenatural, al contrario le tenía más miedo a su propia naturaleza. Se sobresaltó al ver una sombra en el suelo, la alumbró pero era un pedazo de un viejo juguete, dobló hacia otra conexión del túnel intentando encontrar aquel lugar, pero se dio cuenta que debería haber marcado el recorrido, lamentablemente no había traído nada con que escribir, todavía tenía un pedazo de la soga en un bolsillo, por lo tanto pensó que lo mejor era volver a la salida, y atar la soga a la escalerilla y volver sobre sus pasos dejando caer la soga a su paso, de modo que para salir solo tuviera que seguirla en sentido contrario y volvería a encontrar la escalerilla.
Nilén giró rápidamente y retomó el camino doblando otra vez en la bifurcación anterior, y de pronto se tropezó con alguien tan fuerte que casi pierde el equilibrio. Kuro, estaba ahí y la tomaba por ambos brazos mientras le preguntaba porqué había entrado sola, él y Noah la habían estado buscando y al encontrar la tapa de la alcantarilla removida se imaginaron que ella había ido a explorar por su cuenta. -Es una verdadera locura,- le dijo Kuro,- me parece que ustedes ya están llevando esto demasiado lejos. No se que le pasa a Noah o a vos, pero no es aquí abajo dónde van a encontrar las respuestas – continuó . Kuro se paró en seco y encaró a Nilén con vos imperativa
-Es tan difícil para vos, reconocer lo que pasa entre los dos? ¿Por que sos tan
orgullosa? ¿No sería mejor que fueras más sincera con vos misma? Nilén levantó la cabeza y se encontró con los ojos de Kuro fijos en ella, una sensación de languidez se
apoderó de su cuerpo , se sentía tan cansada que cuando él la tomó en sus brazos

sintió la necesidad natural de apoyar la cabeza en su pecho como si por primera vez encontrara donde abandonarse. Su corazón le decía que ya no luchara y la invadió el deseo de dejarse llevar sin pensar, pero su cerebro la llamaba a la realidad y le recordaba ese sería uno de sus errores más grandes. Ella sabía que Kuro jamás le

pertenecería, él no podía pertenecerle a nadie, sólo a si mismo, no había ahí un lugar
para ella , salvo que quisiera vivir postergada a la espera de un poco de su atención.
Nilén se debatía entre sus pensamientos , miró a Kuro una vez más buscando una respuesta , pero solo encontró el reflejo de su propia imagen en la profunda oscuridad de su mirada. Kuro la tomó por la cintura y la aproximó a su cuerpo, Nilén sintió el calor y la humedad de sus labios contra su cuello y su boca, y las lágrimas empezaron a brotarle solas sin poder contenerlas.
No escucharon los pasos que se acercaban y cuando se dieron cuenta allí estaba Noah apretando los puños.
-¿Estás bien, Nilén? –dijo Noah tomándola del brazo y apartándola a un costado- vos salí de acá que tu hermano te está esperando arriba.
Nilén se quedó un momento inmóvil y de repente reaccionó , asintiendo en silencio paso al lado de Noah sin mirarlo y se fue sin decir una palabra.
-No te vuelvas a acercar a Nilén!-le ordenó Noah a Kuro- No es la clase de persona para que envuelvas en tus juegos inescrupulosos….y vos lo sabés.
-Me parece que ese no es problema tuyo, en todo caso es de Nilén y mío. –contestó Kuro apretando las mandíbulas, su rostro se tensó expectante. El primer golpe le rozó el mentón pero pudo esquivarlo porque lo estaba esperando, el siguiente le dio de lleno en el estómago. Le devolvió los golpes, más por tratar de pararlo que por bronca, él no quería pelear con Noah, sabía que tenía razón en lo que decía y sabía también que Nilén estaría mejor con Noah que con él. La siguiente trompada le arrancó un hilo de sangre de la boca.
-Paren! – gritó Nilén, que había vuelto junto a su hermano para separarlos.- Noah, por favor, dejalo- le pidió.
Noah se dio vuelta y miró a Nilén pero casi sin verla, se sacudió la ropa y se marchó seguido de Ollie y su hermana. Kuro se quedó solo mientras se limpiaba la sangre de la boca con la remera. Cuando salió, los demás ya se habían marchado.

LiNa

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domingo, 17 de mayo de 2009

Urban Hackers Capitulo 7: La visión...

Kuro descendió unos peldaños por la escalerilla y le tendió la mano a Nilén, juntos siguieron bajando, y una vez adentro alumbraron la entrada al colector de hormigón.
Sólo había un hilo de agua en el medio, por lo tanto se podía caminar dejando que éste pase por entremedio de las piernas. En los arcos de unión entre tramo y tramo del colector había inscripciones, en un costado de la pared había graffitties que indicaban que ya otros habían estado ahí. Nilén se detuvo a leerlos. El olor era penetrante, ella pensó que iba a ser nauseabundo y que no lo soportaría, pero se acostumbró rápido a él. Kuro se había adelantado con la linterna e inspeccionaba todo antes que ella pasara, Nilén se apresuró a ir junto a él, tenía miedo de estar sola y encontrarse una rata. Juntos siguieron avanzando, se escuchaba el sonido sordo de los autos que pasaban por arriba, en la avenida, resonando en los túneles. A veces se sentía alguna sirena a lo lejos y la vibración del tránsito por arriba de sus cabezas los hacía estremecerse. El eco que retumbaba ahí abajo se asemejaba a un inmenso gong. Llegaron a una bifurcación, que conectaba con otro colector, estaba bastante oscuro, al final de ese túnel se vislumbraba una luz , siguieron caminando hasta llegar al final, la luz venía de arriba donde había otra toma de aire del alcantarillado que se encontraba cerrado con una reja. Kuro elevó la vista, un poco más arriba, se veía la entrada a otro caño, había que impulsarse de un salto, y agarrarse del borde para entrar. Nilén vió como Kuro iba desapareciendo en el interior del mismo y ya sólo se le veían los pies, después de unos segundos, de la abertura del caño asomó la mano de él y escuchó su voz que le decía. – Dame la mano, vamos, creo que fueron por aquí. Nilén trepó y lo siguió a Kuro de cerca , iban en silencio, escuchando el leve rumor del agua y ya no se percibía el sonido de los coches arriba, de pronto ambos sienten pasos provenientes de uno de los túneles de desagüe. -Ollie! – grita Nilén. –Ollie, por acá! Su hermano gira hacia ellos enfocándolos con la linterna.- Mirá lo que encontré! – le dice Ollie a su hermana mostrándole un reloj pulsera. –No se te ocurra mostrarme nada! – Bramó Nilén – me dejaste afuera sola sin saber qué pasaba. – Es cierto- dijo Kuro en tono de reproche – me la encontré al lado de la alcantarilla casi llorando. – ¡Yo jamás lloro! – se ofendió ella. – Perdoname, hermanita – dijo Ollie, y mirando a Kuro añadió: - bueno, finalmente estamos otra vez los cuatro juntos…¡La tribu de los hackers urbanos! Jaja!
- Cortala de una vez, Ollie! – lo reprendió Nilén – No estamos juntos nada, ¿donde está Noah?.- Por eso tarde en subir a buscarte – le explicó su hermano -Noah dobló por otro lado y ahora nos desencontramos. Estaba desandando el camino hasta el punto donde nos separamos. Ahora podemos buscarlo juntos. Y dicho esto los tres comenzaron a caminar en fila por el túnel.


En el conducto opuesto estaba Noah, tenía que encontrar a Ollie porque seguramente Nilén estaría preocupada esperándolos, pensaba ,al tiempo que investigaba los enormes túneles en forma de arcada, se sentía un poco cansado porque ese día había estado entrenando y, apurado por llegar al encuentro no había tenido tiempo de comer, siguió caminando un poco más antes de volver ya que había encontrado la conexión con el canal aliviador que había sido construído para evitar las inundaciones que ocurrían cuando se juntaba el agua que vertían los desagües de la calle en los colectores. Toda la construcción formaba parte del drenaje de un arroyo que corría entubado por debajo de la avenida. A esos túneles iba a parar el agua que juntaban los desagües pluviales para finalmente desembocar en el río.
Continuó Noah un poco más ya que al final de ese túnel se veía una entrada de luz, se dirigió hasta allí aunque no creía que esa fuera ya la salida al río, se detuvo para decidir si seguir o volver, cuando inesperadamente la sombra de una silueta se proyectó contra la luz, Noah la miró incrédulo y al reconocerla se quedó petrificado, la silueta comenzó a moverse hacia él con una sonrisa en los labios, y así sin más , se encontró Noah cara a cara con su hermano muerto. Toda la angustia de los últimos años, desde el accidente, se le subió de pronto a la garganta, se le hizo un nudo, no podía ser, que mala pasada le estaba jugando el cansancio, pensó. Pero la silueta de su hermano seguía avanzando extendiéndole los brazos.
Noah intentó moverse pero estaba asustado, sin embargo dió un paso y otro, el miedo se convirtió en una mezcla de ansiedad y alegría, cuánto lo había extrañado, tenía que decírselo, tenía que contarle tantas cosas, contarle cómo lo había llorado, cómo había superado finalmente sus miedos, contarle de Nilén ...,siguió acercándose, un poco más y podría casi tocarlo...
-¡Noah! – Gritó Nilén – corriendo hacia él. – Quédate ahí! – gritaron Ollie y Kuro. El muchacho se dió vuelta y los miró casi sin reconocerlos. Volvió a mirar a la silueta de su hermano, pero ya no había nada. Ya sus amigos habían llegado junto a él y lo palmeaban contentos de haberlo encontrado.
-¿A dónde ibas? – le preguntó Ollie –¡ Menos mal que te encontramos! –le siguió diciendo- Uy! que cara! ni que hubieras visto un fantasma. Noah los miró y sonrió,. – Vamos, salgamos ya – les dijo, y los cuatro emprendieron el regreso hacia la toma de aire por donde habían entrado.
Una vez afuera, taparon la alcantarilla con la tapa de hierro como estaba y todos acompañaron a Noah hasta su casa porque éste seguía de mal color y muy callado. Después de que Ollie y Kuro se despidieron Noah tomó por un brazo a Nilén y le pidió que entrara con él, en su habitación él se paseaba de un lado al otro pensativo, hasta que al final se detuvo ante la mirada inquisidora de Nilén. –¿Qué te pasa? – le preguntó ella - en serio parece que hubieras visto un fantasma – bromeó ella para tratar de sacarle una sonrisa. – No creas que estás muy lejos de la verdad – sentenció él con amargura. Noah comenzó a relatarle a Nilén lo que había visto, ella lo escuchaba en silencio. Si eso mismo se lo hubiera contado su hermano, lo hubiese mandado al diablo por delirante, pero en este caso era Noah, su amigo, tan querido, tan centrado siempre, tan realista, así que esperó a que el terminara de contarle todo y se quedó mirándolo muy seria. Despacio, casi en un susurro, le dijo: - Pero, vos sabes que eso es imposible.
-¡Imposible! Ya lo sé! Pero era tan real como que te estoy viendo ahora aca sentada. No era una imagen borrosa, sino que tenía volúmen, era completamente real, y...el pelo, ni siquiera tenía el pelo como yo lo recordaba, sino que lo tenía más corto – le dijo paseandose por la habitación ansiosamente – De todas formas, no me interesa ya el tema de cuestionar si lo ví o no lo ví, si lo imaginé o porqué pasó, ahora tengo decidido volver, no me puedo quedar sin averiguar lo que pasa. No les pido que me acompañen, ni quieras disuadirme, está decidido.
- ¡Por favor Noah! ¡Ni pienses que te vamos a dejar sólo! Yo no te cuestiono nada, sabes que no creo en esas cosas, debe haber una explicación y la vamos a encontrar. Te acompaño hasta el final, en lo que sea, ya sabes – contestó Nilén tratando de reconfortarlo.
- Gracias, Nilén. Mirá...en este momento siento una mezcla de cosas, yo creí tener ciertas cosas resueltas, pero tal vez no estoy en paz conmigo mismo, no se...lo que sí sé es que me siento muy unido a vos y cuando termine todo esto quiero que hablemos.
Más tarde, en su cama, Nilén daba vueltas sin poder dormir, ya era de mañana por lo tanto se levantó y pasó por la habitación de su hermano. Éste se encontraba sentado en su escritorio, frente a la ventana, con la mirada perdida. Ella se aproximó sigilosamente y apoyó una mano en su hombro. Ollie le palmeó la mano y la miró con una sonrisa tristona, antes que ella pudiera decirle nada su hermano interrumpió sus pensamientos:
- Parece que todos hubiéramos cambiado desde que empezamos con lo de las exploraciones. Yo pensé que todo iba a ser una intrépida y divertida aventura, pero no sé, se convirtió en algo más, otras cosas están en juego creo...
-Revolver el pasado no siempre es divertido, a veces uno no sabe que va a encontrar, ni en el propio pasado, porque a lo mejor lo tapas con miles de actualidades efímeras y pasatistas para olvidar, ni en el pasado de los demás. Es como las casas abandonadas, entras, pero no sabes si vas a poder salir por el mismo lugar sin que se te venga algo encima.
-¿Qué la pasaba a Noah?- recordó de repente Ollie- Tenía una cara, que mamma mía.
Nilén le confió a su hermano lo que le había contado Noah y le reprochó que se hubiera separado en los túneles-
- La consigna principal es que nos mantuvieramos juntos, por nuestra seguridad, no deberías haberte ido por tu lado – dijo Nilén ceñuda – No me explico porque lo hiciste, si fue una de las reglas que vos mismo habías puesto.
-Qué curioso que salga todo esto ahora – dijo Ollie – Es que yo también ví algo, por eso me separé.
Nilén abrió tanto los ojos que parecía que se le iban a salir de la cara, lo miró un momento con la boca abierta y después le dijo firme: - Ah no! Vos tambíen, no! Ahora me decís que viste el fantasma de la ópera y te tiro por la ventana!
- No – sonrió Ollie – lo que yo ví fue un pez dorado.
Nilén se agarró la cabeza y se dejó caer en la cama de su hermano.

LiNa


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lunes, 11 de mayo de 2009

Urban Hackers Capitulo 6: La alcantarilla...

Desde que habían hecho la última exploración, Nilén no había vuelto a ver a Kuro. Supo por su hermano que se había ido de viaje con un grupo de música gótico o dark, no sabía bien, pero cada tanto veía en alguna revista especializada algún dibujo suyo ilustrando el lanzamiento de un próximo albúm o alguna nota sobre la banda. Noah, en cambio, se había convertido en su compañero habitual, Nilén lo acompañaba a entrenar mientras ella dibujaba.
Era agradable ver a Noah desplazarse así, emanaba un aire de libertad increíble – pensaba Nilén cuando estaba con él– sus movimientos eran calculados, rápidos y ágiles, y a la vez , en torno a él, se percibía una gran serenidad. Eso es lo que lo diferenciaba de Kuro – se decía para sí misma mientras dibujaba remarcando con rabia los trazos en el papel – Noah, era alguien en quien poder confiar, alguien que podía escuchar y en quien poder refugiarse, en cambio Kuro era lo contrario a un refugio, intentar penetrar en su personalidad era enfrentarse con un camino lleno de vidrios rotos, de bifurcaciones que sólo llevaban a extraviarse más y más en ese paisaje desolado que asomaba desde la oscuridad de su mirada. Nilén suspiró frustrada y se sorprendió a sí misma sintiendo que lo extrañaba demasiado, con una sensación que ya casi era un dolor físico, nada le daba más rabia que experimentar esas ridiculeces, ya que no había ninguna razón lógica para sentirse así. De hecho, si lo tuviera delante, seguramente, no podría ni hablarle. Cómo iba a decirle que era imposible sacarlo de su cabeza, que andaba por la casa imaginando situaciones en las que estaban juntos, que él era lo último que recordaba al acostarse y lo primero en que pensaba al levantarse, y casi lo único con lo que se atrevía a soñar.
La verdad que era una sensación o un sentimiento, no sabía bien como definirlo, que bien pensado, no tenía derecho a existir dentro suyo. Nunca habían compartido más que ratos espóradicos, y en realidad no se llevaban para nada bien, era un esfuerzo que no se trenzaran en alguna discusión.
Nilén sacudió la cabeza como si con ese gesto pudiera sacarse de encima lo que sentía, lástima que no fuera tan fácil, porque esa intranquilidad , esa urgencia, ese vacío, la acompañaba a todas partes a pesar de que intentara distraerse con otra cosa. Pero, que es lo qué tenía que hacer, es que ella misma era la culpable? Sin embargo, algo la detenía de tomar alguna iniciativa, en el fondo sabía que no era a su lado que ella podía encontrar la tranquilidad que necesitaba, pero ¿sería tan importante estar tranquila? – se dijo- tal vez, no debería importarme nada y arriesgarme, porque que iba a salir lastimada era seguro, segurísimo.
A esta altura agradecería que apareciera su hermano con cualquier propuesta loca, así sea explorar un cementerio indio, cualquier cosa con tal de no pensar más. Por lo menos Ollie siempre podía sacarla de esos estados de ánimo. Ollie, siempre tan entusiasta, lleno de vigor, aunque era más chico que ella muchas veces era su apoyo, y se cuidaban mutuamente, a pesar de que su impulsividad la metiera en más de un apuro. Pero no podía dejar de secundarlo en sus locos proyectos, se aparecía siempre con esa cara de ansiedad, como un perrito esperando que le suelten la correa, y buscando su complicidad con esos ojos llenos de picardía y ella no podía negarse. Vamos a ver con que le salía ahora. De lo que sí estaba segura, es de que ésta sería la última aventura en que los iba a acompañar, iba a tener que decírselo cuando volviera a casa.
Ya lo había visto ir y venir con unos planos, muy excitado, le preguntó a Noah si su hermano le había dicho algo, pero aparentemente les quería dar la sorpresa esa noche.
A la noche se encontraron los tres en la casa de Noah, Ollie había estado ultimamente muy misterioso, y apareció con un gran tubo con unos planos. Su hermana ya le había insinuado en la casa que no pensaba continuar con lo de las exploraciones, pero él simplemente la ignoró y se limitó a insistir en que no faltara esa noche. Cuando llegó, Nilén y Noah se miraron y se sentaron a escucharlo, Ollie ya había sacado los planos y los extendía en silencio. Como a Nilén ya la dominaba la ansiedad, no esperó más y le exigió que se dejara de vueltas y contara de una vez que diablos era eso. Ollíe todavía se tomo unos minutos más y juntando aire les propuso, lo que para ella fué, la idea más descabellada, y después de escucharlo se quedaron mudos. Se puede saber porqué vamos a hacer semejante cosa? – le preguntó con la esperanza de que desistiera. – Pensalo bien, hermanita, decime si no es una buena despedida de nuestras exploraciones, ya que parece que va a ser de verdad la despedida, decime, entonces, si no sería genial hacer una exploración subterránea. – ¿Qué quiere decir exploración subterránea y qué son esos planos? – dijo Nilén, ya a punto de perder la paciencia.- A ver, dejemos que Ollie nos explique su idea con detalle – terció Noah. – La idea es la siguiente, este es un plano de la red de desagües y drenajes de la ciudad, no me preguntes cómo lo conseguí. Para hacer una expedición subterránea tendríamos que bajar por el alcantarillado, se puede, yo ví muchísimos videos sobre este tipo de cosas, y esa sería una manera de explorar la ciudad desde abajo. – Me parece asqueroso – dijo Nilén – no veo que pensás que vas a encontrar ahí. – Ah! ¿Qué sabes? es cierto que a la gente se le cae un montón de cosas por ahi – se entusiamó Ollie – a lo mejor encuentro un tesoro, o un fantasma – terminó riéndose. – O una rata! – contestó su hermana.
-O más de una – completó Noah.- Convengamos que si hacemos esto, sería la última exploración, yo también pienso que ya se cumplió el ciclo – concluyó. – Si, si! – asintió Ollie- Hagamoslo por última vez.
Ollie les mostró un dibujo que había hecho, para que se dieran una idea del trayecto a recorrer y pasaron un buen rato mirándolo y estudiando las posibilidades.


Acordaron esperar una noche clara sin mucho viento y bajar por la toma de aire o la boca del alcantarillado que se encontraba cerca del parque que acostumbraban ir. Ya se habían asomado y habían visto que debían bajar una escalerilla para descender al colector por donde se trasladarían. Según los planos de Ollie, el colector de forma ovoide estaba conectado con caños de desagüe de tamaño considerable como para poder caminar sin necesidad de agacharse. Al recorrer ese tramo estarían pasando por debajo de la avenida, ya que los caños unían ambas calles y después deberían recorrer hasta donde pudieran pasar y tal vez , no lo sabían con seguridad, desembocarían en la ribera del río.
Finalmente llegó la noche indicada y los tres se encaminaron hacia su última aventura.
Cuando llegaron a la alcantarilla, Noah levantó la tapa con ayuda de una barra que había llevado y comenzó a bajar por la escalerilla, al rato lo siguió Ollíe y le dijo a Nilén que los esperara, que ellos se fijarían si todo estaba bien y entonces vendrían por ella. Nilén se sentó en cuclillas al lado de la abertura de la alcantarilla y espero con nerviosismo porque no quería que alguien los llegara a ver. Pasó un buen rato y nadie volvió a buscarla, ella se asomó por la abertura y llamó: - Ollie!, Ollie! me escuchas? Noah? – volvió a sentarse más intranquila sin saber qué hacer. Empezó a sentir como un calor húmedo que le subía a los ojos y se le nubló la vista, se acurrucó aún más mirando hacia el suelo, cuando al levantar apenas la mirada descubrió que alguien estaba parado al lado suyo, miró hacia arriba y se encontró con el ceño fruncido de Kuro que la estaba observando. Éste se agachó y tomó con su mano la barbilla de Nilén y le preguntó: - Qué pasa Nilén? Pero qué haces acá sola?. A Nilén se le había hecho un nudo en la garganta, pero respondió: - Qué hago acá?...
qué hacés vos acá?,¿ no era que estabas de viaje?- dijo ella . –Volví ayer – le respondió él, -llamé a tu casa, pero no estabas..., ahora contame qué es lo que pasa. Nilén le contó apresurada y entrecortadamente lo que estaba pasando y Kuro la miró incrédulo, se asomó a ver por la abertura pero no se veía nada.
- Bueno, no importa.-anunció Nilén – voy a bajar a buscarlos!.. Pero Kuro la tomó de un brazo y la detuvo.- Vamos!- le dijo con decisión – yo bajo primero y vos dame la mano. Ella lo miró indecisa y balbuceó:-Pero, no podés bajar vos, no tenés linterna, ni soga, ni nada, no mejor andate. – Nilén – le contestó él mirándola fijo – vos, ahí sola no bajás.


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