sábado, 25 de abril de 2009

Urban Hackers Capitulo 5: El Parque

Capítulo 5

Pasó un tiempo hasta que Nilén volvió a salir a pintar y hacer graffittis,.No encontraba inspiración. Siempre se reunían ella, su hermano y Noah, a veces la acompañaban a pintar y otras simplemente se quedaban casi toda la noche charlando.
Noah estaba ultimamente muy apegado a Nilén, siempre dispuesto a ver que ella estuviera bien, a protegerla o darle pequeños consejos, esto a veces le caía bien a Nilén y a veces no ,porque a ella le gustaba ser independiente, pero sabía que Noah lo hacía con buena intención y se sentía a gusto con él.
Ollie parecía haberse olvidado del asunto de la exploración urbana hasta que una noche en que Nilén y Noah estaban en una plazoleta cerca de la estación conversando, apareció apuradísimo con esa expresión que según Nilen solo podía presagiar desastres.
- Ey, como va!- los saludó Ollie. Tengo un lugar para ir a ver y explorar que ni se imaginan! ¿No se habrán creído que nuestras aventuras se habían terminado, no?. Su hermana le lanzó una mirada entre disgustada y burlona:
- Sí, yo sinceramente creí, que como no me dijiste nada más , se te había pasado ya la locura.
- Te equivocaste! Esto los va a entusiasmar , encontré un lugar que es lo máximo! El lugar era un parque de diversiones, no muy grande, pero con todo los juegos conocidos, está cerrado hace mucho, yo pensé que estaría vacío, pero no, dejaron todo como estaba.
- Y vos crees que podremos entrar? – dudó Nilén.
- Lo estuve charlando con Kuro – explicó Ollíe - , y él tiene una idea de cómo infiltrarse, podríamos ir mañana a la noche.
- ¿Desde cuándo Kuro es del grupo?- le preguntó Nilén casi gritando.
- Es que el conoce al cuidador, es un viejo que está ahí viviendo en una casucha y hace de vigilante del lugar y nos dejaría pasar a sacar fotos y recorrer el lugar, además sabe mil historias – contestó Ollíe despreocupado.
- No sabía que te habías hecho tan amigo de Kuro… Ok, está todo bien, sólo que no sabía que hablabas tanto con él. Al fin y al cabo esto era una idea nuestra.
- Dejalo, en el fondo es mejor que seamos más- la tranquilizó Noah -. De todas formas yo no permitiría que te lastimes.

Nilén abandonó su actitud recelosa para dirigir su mirada a Noah, “sí, siempre tiene razón” – piensó observándolo – “no sé cómo hace, pero siempre se lo ve tan seguro de sí mismo”. Nilén siguió entregada a sus cavilaciones hasta que Ollie, que continuaba hablando, la arrancó de repente de su ensimismamiento:
- ...Y estaba Kuro con su novia, y yo, cuando pasamos cerca, desde la ruta se ve el arco que era la entrada, queda un poco lejos, pero igual es accesible, por eso....
Nilen, lo interrumpe,:- Qué?...Ah, mirá vos. Pero qué fastidio! ¡Lo único que falta es que se quiera traer a la novia esa!¡ Está bien que seamos más, pero tampoco hace falta ser una multitud!.
- ¡No! ¡Nada que ver!- se quejó su hermano.- La tribu de hackeadores urbanos somos nosotros cuatro!.
- Callate la boca! No tenemos que formar un club tampoco!-
A la noche siguiente los hermanos salieron sigilosamente de su casa y se encontraron con Noah para tomar el micro que los dejaría en la ruta donde los esperba Kuro. Una vez allí, continuaron caminando los cuatro ,casi sin hablar, sobre todo Nilén que los siguió un poco más atrás pensativa y en silencio. Kuro se dió vuelta y se le acercó.
- ¿Estás bien? Hace bastante que no te veía. ¿Seguís con los graffittis siempre?
- Si, ¿y vos?- contestó Nilén -, ¿seguís con los afiches?
- No tanto. Es que ultimamente estoy un poco ocupado.
- Si, ya me contaron. – dijo Nilén mirandolo de reojo.
- ¿Qué te contaron? – preguntó Kuro inclinándose hacia ella con una sonrisa irónica.
- Eso...-le respondió despacio -, que estás ocupado.
Llegaron hasta donde estaba el arco de lo que era la entrada al parque y siguieron caminando unos metros más hasta un alambrado, detrás de él se encontraba la casilla del cuidador con un cartel de “No traspasar”. Kuro lo llamó y el anciano salió a saludarlo, un perro medio flaco también lo reconoció y se acercó amistoso hasta ver que había otros desconocidos y comenzó a ladrar.
- Traje a mis amigos- le dijo Kuro a modo de saludo al cuidador -. Queremos ver el lugar y sacar algunas fotos si podemos. El viejo los miró con algo de desconfianza pero finalmente les respondió que pasen con cuidado por una esquina del alambrado que estaba levantado y les recomendó que no se lo cuenten a nadie.
Una vez adentro, siguieron un sendero para llegar a lo que eran las boleterías, que todavía conservaban algún pedazo de los carteles que promocionaban las atracciones del lugar. Todo estaba cubierto por pasto y yuyos muy altos que dificultan la visión.
Olvidado y oxidado, tirado en un costado del camino se podia ver un carrito, que fuera parte de la formación de algún tren fantasma o alguna motaña rusa no muy grande.
Nilén se abrio paso entre los pastizales y se subio al carrito sentandose y buscando lo que sería la correa del cinturón de seguridad y Noah le sacó una foto. El lugar en sí, era sobrecogedor, las siluetas de los juegos se adivinaban apenas en la noche neblinosa, y un escalofrío recorrió el cuerpo de Nilén. “Una cosa tan viva, para reirse y disfrutar, que tendría que encerrar las risas de los chicos y que sin embargo así abandonada a su suerte, parece amenazante, y tan deprimente” – pensó Nilén. Ollie no parecía asustado sino todo lo contrario, encantado con cada descubrimiento, se quedó mirando la estructura de latón, tan grande como una pirámide con las cadenas oxidadas colgando, de lo que hace tiempo debía haber sido una calesita de sombrillas voladoras. Ollie intentó colgarse de una de las cadenas, que bajo su peso, rechinó con un quejido metálico como si fuera el aullido de un animal enorme al que hubieran despertado de su letargo.
Los cuatro siguieron caminando y se detuvieron ante la vista de la montaña rusa, una parte estaba desmantelada, y los carritos ya no estaban, pero en general la estructura se mantenía intacta y las subidas y bajadas se desdibujaban en la bruma de la noche, desaparecían por momentos para después emerger desde una nube de niebla, empinadas y desafiantes, el conjunto en sí era un poco tétrico. Nilén se alejó y los dejó a los chicos que conversaban calculando alturas y distancias de la montaña rusa y haciendo comparaciones y demás.
Más allá estaban los juegos para los más chicos, un elefante volador todavía bien conservado y sostenido del brazo mecánico que lo elevaba para deleite de los más pequeños, seguramente. Un viejo carrusel con sus caballitos y sus asientos de madera llamó la atención de Nilén que se encaminó nostálgica hacia él para sentarse en uno de los caballitos de la calesita con la mirada perdida en sus recuerdos de la niñez. En ese entonces todo se le antojaba más fácil, no sólo entender a los demás sino a ella misma, cuando la sensación de tristeza o de soledad se podía disipar fácilmente con una vuelta en la calesita o con una bolsa de caramelos.
Visitar estos lugares abandonados, le movilizaba algo por dentro, la hacían pensar…como las cosas van cambiando, algunas ya quedan en el olvido y descartadas para siempre, por lo menos eso es lo que se cree, pero siempre queda algo en el fondo y de repente sale así, sin avisar, y vuelve a dejar todo al descubierto, en carne viva, cuando ya se estaba bien seguro de que ciertas cosas no iban a volver a sentirse más.

Como este parque fantasmal – se dijo para sí misma- que resurge y revive con la imaginación, y… y casi se podría escuchar la música del carrusel, casi se podría estirar la mano para saludar al pasar con cada vuelta, ... si todo fuera así de fácil. Si fuera tan sencillo despejar esa sensación de vacío, piensa Nilén, como en esa calesita, según recordaba, asi era…cuando comenzaba a dar la vuelta y desaparecía ese rostro que le daba seguridad se sentía temerosa y esperaba ansiosa volver a pasar para recuperar la sonrisa y el saludo con la mano que desde abajo le devolvían la confianza y la alegría de jugar, ... en fin, cosas de chicos.
Nilén se encogió de hombros, no importaba, se sentía como si le faltara algo.
Levantó la vista y se dio cuenta que Noah la estaba mirando apoyado contra la vieja boletería de chapa. Le devolvió una sonrisa tristona, y Noah le agitó un llaverito guiñandole un ojo – te regalo la sortija a cambio de una carita más alegre – le dijo. Nilén se rió y agarró el llaverito – me gané otra vuelta – respondió. Noah se subió y bromeó – me permite acompañarla o este está caballo está ocupado?, espero no interrumpirte, se ve que estás muy lejos, contame si querés.
- No, no me hagas caso – se sonrojó Nilén - es que con esto de las exploraciones que nos mandamos terminamos en cada lugar, que a veces, no sé, me siento tan ..desamparada – dijo casi en un susurro sin mirar a Noah – pero al darse cuenta de la cara de preocupación de él, enseguida sacudió el pelo y se río fuerte – qué exagerada que soy , por favor. No, no, si soy incurable – tratando de restarle importancia a lo que había dicho – es que este parque desierto me hace temblar. Pero Noah la seguía mirando fijo.
-Sabes, Nilén? – le dijo despacio remarcando las palabras – hace rato que quería decirte algo, y estaba esperando el momento, pero bueno, no se si es aquí el mejor tiempo y lugar, pero lo que sí sé es que no quiero esperar más. Ella permaneció callada, así que Noah prosiguió, - vos decís que te sentís sola, desamparada, y yo me sentí así alguna vez y ya me había acostumbrado a guardarme las cosas para mi mismo, pero con vos me pasa algo distinto, me parece que podemos llegar a algo los dos. Vos tenés tus barreras, y yo las mías, eso lo acepto, todos tenemos miedo, pero si vos me dejás, si vos te sentís como yo, voy a demostrarte que no vas a estar sola nunca más, que podés contar conmigo, que yo lo único que quiero es cuidarte.
Nilén se sintió tan conmovida, una ola cálida recorrió su cuerpo , Noah era un chico extraordinario – pensó- pero a la vez sintió ganas de llorar, es como si al contestarle, estuviera alejando algo para siempre. Ella tomó su mano y comenzó a mover sus labios para hablar, pero un grito la sobresaltó.
Kuro la estaba llamando, los dos se levantaron de un salto de la calesita y corrieron hasta donde estaba una de las estructuras desmanteladas de la vieja montaña rusa. Allí estaba Kuro con Ollie tirado al lado de su patineta.
- Pero qué pasó?? – interrogó Nilén arrodillandose junto a su hermano.
- Se deslizaba por una de las barandas con el skate y de pronto escuché un ruido y lo encontré en el piso – contestó Kuro.
-¡Ollie, Ollie! – lo llamó Nilén para que reaccionara - . El viejo comenzó a protestar, él les había dicho que no tocaran nada, si sólo era tomar fotos estaba bien, pero no podían andar con esa cosa por ahí, era muy peligroso. Nilén no le prestó antención, sólo miraba a su hermano que lentamente comenzaba a abrir los ojos.
– ¿Ollie, estás bien? – le preguntó angustiada. Ollie miró alrededor un poco desorientado, y luego fijó la vista en su asustada hermana, entonces sonrió,
- ¡No te asustes!, estoy bien. Hace falta más que esto para acabar con la cabeza dura de tu hermano.
- ¡Después te voy a romper la cabeza yo, que no te quepa duda! – dijo Nilén con los ojos todavía llorosos. Recién entonces se dió cuenta que Kuro había estado agachado junto a ella rodeandola con su brazo por los hombros. Se levantó de un salto, y ayudó a incorporarse a su hermano mientras recogían las cosas de su mochila y el skate.
Noah trataba de tranquilizar al viejo, asegurándole que no iba a volver a pasar algo así y que sólo les restaba tomar algunas fotos más.
Más calmados se encaminaron hacia un destartalado galpón donde habían quedado guardados algunos juegos mecánicos tapados por viejas lonas que dejaban adivinar sus formas como fantasmas dormidos, esperando que alguien los despierte.
Nilén no volvió a tener oportunidad de hablar con Noah y se mantuvo todo el tiempo al lado de su hermano para asegurarse que éste se sentía bien.
Cuando dieron por terminada la exploración, Noah y Ollie fueron a hablar nuevamente con el viejo para que se quedara tranquilo de que Ollie estaba a salvo. Kuro y Nilén salieron y los esperaron cerca del arco de la entrada. A Kuro se lo veía algo incómodo, -tal vez se se siente culpable por lo de Ollie.. ,- pensó Nilén. Iba a decirle que no se hiciera problema, que no era su culpa, pero Kuro se acercó primero y puso sus manos sobre los hombros de ella y le dijo
– Lamento muchísimo que te preocuparas así, no puedo verte llorar. Nilén abrió los ojos muy grandes y empezó a protestar
– Pero si no estaba llorando! , ya estoy acostumbrada a los porrazos de Ollie, debería haberse traído un casco, yo siempre le dig..., pero no terminó de hablar que Kuro se inclinó hacia ella y la besó.

LiNa

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sábado, 18 de abril de 2009

Soy una genia XD


Para los q les gusta jugar a que le adivinen el pensamiento
(Que peligro ehh? XD)
Aca dejo el link de AKinator, el genio de la web XD
Esta buenisimo este juego, lo podes jugar en ingles y en castellano
Tenes q pensar en un personaje (puede ser aun actor, un personaje de anime, un cartoon, etc) y el genio te hace una serie de preguntas y te adivina q personaje habias pensado
Posta q es lo mas!! XDDD
He pensado las cosas mas insolitas, cartoons de los años 60, un meme japones que pense q nunca iba a adivinar, personajes animales, y me adivino todos!! O_ó
Que suerte q es solo un juego...te imaginas si fuera de verdad?
Podria adivinar...lo que pienso de..
VOS!
XD
Jueguenlo aca:

http://en.akinator.com/ (ingles)
http://es.akinator.com/ (Español)

LiNa

(a veces se cuelga, sali y volve a entrar y si se te cuelga en castellano, sali y jugalo en ingles :P) Espero q te diviertas ^^

OJO!! ESTE ES UN PEQUEÑO RECREO ENTRE LOS CAPITULOS DE URBAN HACKER, PROXIMAMENTE VIENE CAPITULO 5!!!!

domingo, 12 de abril de 2009

URBAN HACKERS: CAPITULO 4 LA CASA ABANDONADA

Nilén y Noah se quedaron conversando mientras esperaban a que Ollie los alcanzara
- ¿Qué?-le increpó Nilén ofendida- ¿Vos también pensás que es descabellado que yo vaya?-
- ¡Todo lo contrario!-se defendió el muchacho-¡Si yo le dije a tu hermano que te lo comentara!-
- ¿Vos? Por qué? – se asombró Nilén
- Porque me pareció que te iba a interesar – le dijo Noah despacio- puede ser un buen escenario para dibujar, pienso que tenés un espíritu abierto a las aventuras y que podías apasionarte con un proyecto así…
- Bueno, vos sí que me entendes –le contestó encatada Nilén- no como otros.
- Además…yo disfruto mucho de tu compañía-le confesó Noah mirando a lo lejos.
Pero Nilén, enfrascada en sus propios pensamientos, prosiguió diciendo - No sé como hay gente que te ve un par de veces y se cree que te puede decir como sos, qué pedantes!- en ese momento se dió cuenta de lo que le dijo Noah -¿ Eh?..-reaccionó-Ah..gracias , Noah, yo también la paso muy bien cuando estoy con vos, de verdad.
Los dos aminoraron el paso para esperar a Ollie que venía corriendo.
- Qué hablaban chicos?- les preguntó pasándoles un brazo a cada uno por los hombros.
- Nada – contestó Nilén, un poco cortada- , vamos a definir bien lo que vamos a hacer, pero desde ya,¡ cuenten conmigo!
- La idea nos vino a la mente cuando pasábamos en otro día frente a una casa abandonada que probablemente irán a demoler – comenzó a contarle Noah -, yo me acuerdo que alguna vez fue un colegio y despúes una residencia para ancianos. Ahora está ahí, como un caparazón vacío, olvidada juntando polvo, pensabamos ir a explorar un poco antes que desaparezca
- Eso! Pero si vamos a formar un verdadero grupo, vamos a poner reglas.- exclamó Ollie
Nilen se sorprendió y preguntó :- Reglas? Para qué reglas?
Vamos a explorar en serio! – dijo Ollie convencido- No queremos hacer vandalismo ni nada por el estilo. Hay que tratar de dejar todo como estaba, no romper nada.
- No mover las cosas, no cambiar nada de lugar – acordó Noah- Tampoco podemos llevarnos nada de recuerdo.
- Podríamos sacar fotos para tener en nuestra memoria como era ese lugar. Si se pudiera pedir autorización para entrar habría que hacerlo –reflexionó Nilén-.
- Creo que la idea sería colarnos discretamente – arriesgó Ollie con su sonrisa pícara.
- Okey-asintió NIlén- yo me comprometo a no pintar las paredes, bueno salvo que ya alguien lo haya hecho antes que yo, entonces haría alguna cosa chiquita.
- Nuestra idea sería ante todo respetar el lugar-insistió Noah.
- Bueno, creo que ya tenemos nuestras bases establecidas- dijo Ollie-así que ya podemos ir planeando nuestra primera expedición. Nos faltaría alguien más, pensé que tal vez Kuro se iba a entusiasmar.
- ¡Por favor! Cómo se te pudo ocurrir que le iban a interesar estas pavadas!-retrucó enseguida su hermana- Porque eso debe pensar él, no ves que es un ser afligido él, ¡tiene que explorar sus cloacas espirituales!-terminó ella con grandes ademanes teatrales.
- Cualquiera diría que te cae mal. Aunque exagerás, como siempre, hermanita.
- Bueno-terció Noah-entonces mañana a la noche nos encontramos en la entrada de esa casa, vos Ollie, ya sabés dónde es, lleven linternas, alguna soga, tal vez un cuchillo para destrabar una puerta o algo así.
- Entonces nos vemos mañana-dijo NIlén muy seria-¡Nuestro grupo de exploración comienza a funcionar!
Al día siguiente, Nilén repasó con Ollie el plan para infiltrarse en la casa abandonada. Todavía tenía sus dudas, aunque no lo quería demostrar.
- Decime,-preguntó- no nos estamos metiendo a hacer algo malo?
- Humm-su hermano dudó un momento- acordate que no vamos a dañar nada. ¡No te vas a echar atrás! –Insistió él-Es divertido, es una aventura y gratis, dale, recordas cuando éramos chicos que quisimos hacer una casa en el árbol de la plaza con cartón y madera, después todos se quejaron.
-¡Vamos!-dijo NIlén sacando a su hermano de sus ensoñaciones- que Noah ya debe estar.
Efectivamente cuando llegan al lugar, Noah ya los estaba esperando en la esquina.
- Estuve mirando y ya descubrí una ventana rota por donde podríamos entrar-les informó.
Los tres fueron hacia la ventana y entraron a través de unos tablones cruzados, Ollie pasó primero y ayudó a pasar a Nilén, y por último entró Noah mirando hacia atrás para cerciorarse que nadie los estuviera mirando.
Una vez adentro enciendieron las linternas y tardaron todavía un momento en acostumbrarse a la penumbra, atraviesaron el hall de entrada cubierto de polvo, que llevaba a una escalera de madera con escalones rotos y vencidos. Siguiendo el pasillo junto a la escalera había una puerta desvencijada que conducía a la cocina. La cocina era grande, se adivinaba donde estuvo el horno que ya no estaba, de la pared colgaba una alacena de madera ya sin puertas. Nilén recorrió la habitación hasta una puerta de hierro con vitreaux, la abrió con dificultad y se quedó mirando sorprendida.
-¡Ollie, Noah, vengan a ver!-llamó Nilén
Los dos se acercaron, Nilén ya había salido por la puerta y se encontraba afuera.
- ¡Mirén lo que es esto, por favor! -exclamó
Por “esto” NIlén se refería a un jardín lleno de glicinas y jazmín del país, tan tupido que parecía una selva, en un rincón había un árbol con su tronco retorcido y más allá un aljibe viejo tapado con tablas. Los tres fueron hacia el aljibe y sacaron las maderas que lo tapaban, Nilén se asomó para ver, adentro se veía todo sucio, lleno de hojas y en el fondo había algo como un musgo verdoso. “Parece un pozo de los deseos”- pensó.
-¿Nadie tiene monedas?-dijo Ollie, adivinando los pensamientos de su hermana- Dale, tiremos una y pidamos un deseo
- Yo tengo-dijo Noah, alcanzándole unas monedas a Nilén - Tomá Nilén, pedí vos.
Ella tomo la moneda, se dió vuelta poniéndose de espaldas al aljibe, cerró los ojos muy fuerte y suspirando profundamente, levanto la mano y arrojó por encima de su cabeza la moneda al aljibe.
- ¿Qué pediste?-le preguntó Ollie.
- No te puedo decir, sino no se cumple.
Entraron de nuevo en la casa, Nilén le dió una última mirada al jardín y aprovechó para tomar unas fotos, finalmente volvieron al pasillo junto a la escalera.
-¡Vamos arriba a ver que hay!-gritó Ollie
- No sé. Los escalones están podridos-dudaba Noah, con razón.
- Yo puedo subir-dijo Nilén queriendo demostrar su coraje- si vamos de dos en dos escalones y nos fijamos bien podemos subir, ¡vamos! - Y pasó al lado de su hermano y Noah velozmente y comenzó a subir casi a los saltos la escalera, enseguida estaba arriba haciendo señas para la sigan.
Noah y Ollie la siguieron con cuidado para no pisar en falso, pero NIlén ya había descubierto una puerta cerrada y estaba intentando entrar forcejeando con el picaporte y empujando con el hombro la puerta, hasta que al final cedió.
- ¡Eh, esperanos!-advirtió su hermano tratando de asustarla-¡Mirá que puede haber una rata!
Pero Nilén ya estaba dentro de la habitación observando una vieja cama de hierro con su colchón con gastadas rayas azules y celestes, a un lado había un gran ropero con su espejo rajado en una de sus puertas. Nilén estaba mirando hacia ahí, como la luz de su linterna se reflejaba en el espejo, cuando de repente le pareció ver una silueta parada contra la pared opuesta. Abrió la boca para gritar pero no le salió ningún sonido, giró sobre sí misma para alcanzar el picaporte de la puerta pero la silueta se acercaba más y más hasta que la agarró por un brazo y con la otra mano le tapó la boca. En ese momento, Nilén sintió que se le aflojaron las piernas, quiso decir el nombre de su hermano pero una nube gris le pasó por la vista y se hubiera caído si esos brazos no la hubieran sostenido.
-No te asustés, soy yo – dijo Kuro – te agarré porque ya tenías cara de gritar como loca o desmayarte, perdoname-le suplicó con cara compungida.
Nilén lo miró tratando de entender, su voz parecía venir de muy lejos, después de unos minutos se recobró y entornó los ojos lanzándole a Kuro una mirada poco amistosa.
-¿Pero vos estás loco?-se enojó ella- ¿te crees gracioso, vos?! Qué perdoname ni perdoname, ¡morite!-terminó diciendo mientras lo empujaba hacia atrás. En eso llegan Ollie y Noah.
-¡Al final decidiste venir!-festejó Ollie- Mi hermana creyó que había visto un fantasma!
- Sí, entré antes que ustedes-explicó Kuro- Ví el jardín y después decidí investigar un poco aquí arriba, no sabía que ustedes ya habían entrado hasta que tu hermana me vió y casi se cae del susto.
-¡Mejor nos vamos! –Dijo Nilén decidida-Saquemos unas fotografías más y listo, aquí ya no hay más nada que hacer. Y dicho esto, empezó a bajar la escalera seguida de los chicos que no se animaron a contradecirla. Una vez en la calle, Noah alcanza a Nilén y le da la linterna que se le había caído en la casa cuando casi se desmaya.
- ¿Te asustaste en serio, no?-se preocupó Noah- Qué mal que estuvo Kuro!
- No se lo voy a perdonar a Ollie-dijo NIlén con los ojos vidriosos-¡que le haya avisado a ese sin decirme, cuando lleguemos a casa, lo mato!
Más atrás Ollie y Kuro hablaban y miraban para donde estaban Nilén y Noah. Kuro se acerca a Nilén que instintivamente retrocede unos pasos.
- Perdoname, por favor, no quise asustarte-le rogó por última vez- Ya te voy a compensar el mal rato. Y dicho esto, se despidió con un gesto echándose el pelo hacia atrás y se fue solo.

LiNa


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viernes, 3 de abril de 2009

CAPITULO 3: EL PLAN

Nilén llegó casi corriendo a su casa, subió la escalera a grandes pasos y entró en su cuarto dando un portazo. Se tiró sobre la cama boca abajo y se aferró a su almohada. Ya ni se acordaba que todavía tenía el dibujo de Kuro cuando lo vió asomando de su bolsillo, lo sacó para mirarlo con detenimiento. De repente entró Ollie y le dio un manotazo arrebatándole el dibujo.
-¡siempre tan fino vos!-le dijo ella recuperando su dibujo de un tirón.
- ¿Y esto qué es? Uh, uh, dibujos del submundo del más allá? ¿Entraste en un culto esotérico y no me invitaste? ¡Qué flash! ¿Quién los hizo?- preguntó Ollie a borbotones mientras se paseaba con el skate en la habitación.

- Trae para acá! - le dijo Nilén masticando las palabras- No te interesa! Igual lo iba a tirar, es un afiche, qué se yo, lo hizo uno de la plaza que va siempre de noche, vestido de negro, onda…onda…Onda que es un boludo, que me pegó todos sus papelitos encima del mural! Y encima se hacía el profundo.
- ¡Oh! Me perdí todo!-se lamentó burlón su hermano- Seguro que vos te brotaste y lo insultaste mal!
- ¡Qué poco que me conocés, nene!- dijo ella levantando la barbilla altivamente- Yo no necesito insultarte para ponerte en tu lugar, igual no venía de insultos la cosa, sino de diferentes puntos de vista en la vida, captas? –prosiguió chasqueando los dedos frente a los ojos de su hermano-Y a mí su visión de todo lo que nos rodea es obvio que no me interesa.
-¡ Wow! Y ahora, quien es la que se hace la profunda?- se rió Ollie- Bueno, te dejo con tu retorcimiento karmático y te cuento que Noah y yo estuvimos buscando lugares nuevos para practicar nuestros hobbies, donde no haya gente, tenga buenos desniveles, lugares que nos desafíen, bueno, yo buscaba más eso, Noah, ya sabes, es como que ve una ciudad oculta detrás de lo que está a la vista de todos. Le fascinan las casas abandonadas, los puentes, es re copado el flaco al final! -continuó diciendo Ollie entusiasmado- Se nos ocurrió algo que te tengo que contar, pero cuando estemos todos juntos, a ver si te prendés vos también. ¿Por qué no vamos al recital ese, el del afiche de tu “amigo”? No es lejos. Nos juntamos ahí y te contamos bien, dale mandale un mensaje al celu de Noah.
- Me lo hacés a propósito. Pero si crees que yo me voy a molestar estás bien equivocado- Nilén se encogió de hombros indiferente- porque a mi me da lo mismo ir a escuchar eso como ir a escuchar un concierto de silbatos para perros. Vamos!
A la noche siguiente Nilén y Ollie se encontraron con Noah en la puerta del pub donde se hace el recital.
- ¡Hola! –saludó Noah a los hermanos-Y…que tal es este lugar? Alguna vez habían venido?
- No, hay que bajar, es como un sótano. Ves? - señaló NIlén con un gesto de fastidio- Ahí de donde vienen esos gritos de chancho degollado.
- Dejala- le recomendó Ollie a su amigo- está de malas desde ayer, tuvo un encuentro con un ser de los avernos que le cuestionó su intocable arte urbano.
Noah miró a NIlén con cara de comprensión
- A mi no me gusta cuestionar a nadie. Cada uno tiene su verdad, la que le llega bien adentro. Capaz que decimos lo mismo pero no nos damos cuenta enfrascados en encontrar la forma de decirlo y nos olvidamos el mensaje – de pronto se da cuenta de la cara con que lo mira Nilén- Mirá, como me mira tu hermana! Se mata de risa! Viste!- se ríen los dos -me agarraste en mi momento zen!
Los tres bajaron, y se acomodaron en unos sillones cerca del escenario. El lugar no era muy grande, estaba en penumbras, solo iluminado por velas, excepto por el escenario hacia donde se dirigían unos haces de luz roja provenientes de unos reflectores en el techo. Todas las paredes estaban cubiertas por unos cortinados de paño negro.
El escenario estaba sobre una plataforma y hacia un costado había una pantalla que proyectaba un video oscuro e indescifrable, un humo medio verde comenzó a salir y Nilén frunció la nariz y puso cara de asco.
- Qué es ese olor?- preguntó Noah- No huelen nada raro?
- Es azufre- dijo NIlén afinando su olfato- mezclado con olor a humedad y pis, diría yo, porque estamos justo al lado del baño.
- ¡Uf! Que nariz!- se burló su hermano dándole un codazo- Andá, prepará los dardos que ahí está tu amigo, el de la plaza-y le señaló a Kuro.
- ¡Que no me vea!-se angustió Nilén y trató de ocultarse detrás de Ollie- Yo no le quiero hablar! Es tu culpa, Ollie, que yo esté acá, hacé algo!
- Tenés razón- dijo él -Esperá! ¡Eh!, qué tal!- gritó Ollie, llamando a Kuro -Vení, vení, tomate algo con nosotros!- lo invitó haciéndole lugar para que se siente al lado de su hermana- Así que vos sos el artista del afiche! –Inquirió interesado-¡A mi hermana le encanta tu estilo!, ¿sabés?
Nilén le lanzó a su hermano una mirada asesina que disimuló con una sonrisa forzada cuando le habló Kuro
- ¡Viniste! – le dijo– te va a gustar. A Uds. los ví el otro día, vos haces skate, no? – le preguntó Kuro a Ollie- y vos sos un traceur- dirigiéndose a Noah- ¿se le dice así a los que hacen parkour?
- Si, se dice así-le contestó- por eso de andar trazando tu propio camino, bueno.. mejor no me pongo a hablar, no los quiero aburrir.
Nilén estaba callada, en el escenario la banda tocaba …“mi corazón enfermo esta encadenado…”
- Ay, yo estoy enferma, no me guustaa! –Se quejó dramáticamente Nilén – ¡Haceme acordar que te mate Ollie!
- Okey- dijo su hermano para ponerla contenta- pero ahora te quiero contar lo que estuvimos pensando con Noah. Que me dirías si te proponemos, no sólo ir a pintar, a lugares donde nadie te moleste, todo para vos, sino también correr una aventura, ir a lugares olvidados y reconocerlos, recorrerlos tratando de imaginarlos como eran cuando estaban vivos y latiendo al ritmo de la ciudad, mientras que ahora están juntando polvo , pudriéndose y nosotros podríamos entrar de noche, hacer nuestra excursión, mientras todavía están en pie, antes de que los tiren abajo- a Ollie le brillaban los ojos al hablar -Hay lugares abandonados que tienen una arquitectura imponente, galerías, laberintos, que se yo, cada lugar tiene su secreto y nosotros podríamos descifrarlo- terminó diciendo ansioso por ver la reacción de su hermana.
- Se nos ocurrió hacer como una expedición a lugares abandonados- continuó Noah- o a otros lugares que nos despierte curiosidad, lugares cerrados al público pero que nos ingeniaríamos para entrar. ¡No me mires así, Nilén!-se interrumpió al ver la cara de ella, que los miraba como si hubieran perdido la razón- No digo hacer nada malo en el lugar, no vamos a romper nada, ni vamos a tocar nada, a lo sumo vos si querés podes dejar un graffiti de recuerdo, no vas a ser la primera ni la última en hacerlo. A los tres nos gusta el paisaje de la ciudad, sus construcciones, vemos detalles que otros no les prestan atención. Sería una aventura interesante, vamos, sacamos fotos, tu hermano va con el skate, vos con los aerosoles…
Kuro escuchaba mientras hacía unos dibujos en una servilleta, y miró a Nilén de reojo.
-¿Y cuál sería el sentido de esa aventura?- preguntó Kuro -Qué esperan encontrar?
- ¡Fantasmas!- se burló Ollie -No, en serio, hay lugares que son fascinantes, están ahí en medio de la ciudad, olvidados, en desuso, como gritando en silencio. No sé que otro sentido darle -se encogió de hombros el chico- tal vez nos ayude a conocernos mejor a nosotros mismos.
- No creo que nada de afuera me ayude a conocerme mejor-sentenció Kuro- No creo en ninguna exploración que no sea la interior, digamos que todavía tengo mucho que explorar en mis propios abismos, mis propias grietas. Tengo mis propias cuevas, donde deje cosas escondidas, olvidadas por el momento, pero donde tengo que volver-los tres lo escuchaban en silencio- Bueno, yo me entiendo-siguió- lo que me parece descabellado, es que vaya tu hermana.
NIlén, que escuchaba medio escéptica, salto en el sillón y le lanzó a Kuro una mirada fulminante.
- Y se puede saber por qué?- le gritó tratando de tapar la música-Yo puedo hacer todo lo que hace Ollie y mejor.
- No lo digo por eso- le contestó él- sino porque me parece que a vos no te va la cosa transgresora. Estás muy conforme con el mundo y no creo que disfrutes adentrarte en lo prohibido-Kuro siguió con su idea frente a una Nilén que lo miraba furiosa -¿Viste los carteles de prohibido el paso? -le preguntó -¿a vos jamás se te cruzaría no hacerles caso ehh?
-¿ Vamos Noah?-dijo Nilén levantándose del sillón y tomando del brazo a su amigo para levantarlo a su vez de un tirón- Total ya escuchamos todo lo que esta banda podía tocar, no creo que se le ocurran más blasfemias al cantante, más bien tiene cara de querer irse a dormir. Bueno –dijo dirigiéndole una mirada a Kuro -no creo que nos volvamos a ver, ya que yo voy a ir a pintar y a explorar por otros lugares como ya escuchaste. ¡Chau!- y diciendo esto le dio la espalda.
Noah y Nilén salieron primero, Ollie se quedó hablando algo con Kuro y después los alcanzó en la calle.



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