domingo, 12 de abril de 2009

URBAN HACKERS: CAPITULO 4 LA CASA ABANDONADA

Nilén y Noah se quedaron conversando mientras esperaban a que Ollie los alcanzara
- ¿Qué?-le increpó Nilén ofendida- ¿Vos también pensás que es descabellado que yo vaya?-
- ¡Todo lo contrario!-se defendió el muchacho-¡Si yo le dije a tu hermano que te lo comentara!-
- ¿Vos? Por qué? – se asombró Nilén
- Porque me pareció que te iba a interesar – le dijo Noah despacio- puede ser un buen escenario para dibujar, pienso que tenés un espíritu abierto a las aventuras y que podías apasionarte con un proyecto así…
- Bueno, vos sí que me entendes –le contestó encatada Nilén- no como otros.
- Además…yo disfruto mucho de tu compañía-le confesó Noah mirando a lo lejos.
Pero Nilén, enfrascada en sus propios pensamientos, prosiguió diciendo - No sé como hay gente que te ve un par de veces y se cree que te puede decir como sos, qué pedantes!- en ese momento se dió cuenta de lo que le dijo Noah -¿ Eh?..-reaccionó-Ah..gracias , Noah, yo también la paso muy bien cuando estoy con vos, de verdad.
Los dos aminoraron el paso para esperar a Ollie que venía corriendo.
- Qué hablaban chicos?- les preguntó pasándoles un brazo a cada uno por los hombros.
- Nada – contestó Nilén, un poco cortada- , vamos a definir bien lo que vamos a hacer, pero desde ya,¡ cuenten conmigo!
- La idea nos vino a la mente cuando pasábamos en otro día frente a una casa abandonada que probablemente irán a demoler – comenzó a contarle Noah -, yo me acuerdo que alguna vez fue un colegio y despúes una residencia para ancianos. Ahora está ahí, como un caparazón vacío, olvidada juntando polvo, pensabamos ir a explorar un poco antes que desaparezca
- Eso! Pero si vamos a formar un verdadero grupo, vamos a poner reglas.- exclamó Ollie
Nilen se sorprendió y preguntó :- Reglas? Para qué reglas?
Vamos a explorar en serio! – dijo Ollie convencido- No queremos hacer vandalismo ni nada por el estilo. Hay que tratar de dejar todo como estaba, no romper nada.
- No mover las cosas, no cambiar nada de lugar – acordó Noah- Tampoco podemos llevarnos nada de recuerdo.
- Podríamos sacar fotos para tener en nuestra memoria como era ese lugar. Si se pudiera pedir autorización para entrar habría que hacerlo –reflexionó Nilén-.
- Creo que la idea sería colarnos discretamente – arriesgó Ollie con su sonrisa pícara.
- Okey-asintió NIlén- yo me comprometo a no pintar las paredes, bueno salvo que ya alguien lo haya hecho antes que yo, entonces haría alguna cosa chiquita.
- Nuestra idea sería ante todo respetar el lugar-insistió Noah.
- Bueno, creo que ya tenemos nuestras bases establecidas- dijo Ollie-así que ya podemos ir planeando nuestra primera expedición. Nos faltaría alguien más, pensé que tal vez Kuro se iba a entusiasmar.
- ¡Por favor! Cómo se te pudo ocurrir que le iban a interesar estas pavadas!-retrucó enseguida su hermana- Porque eso debe pensar él, no ves que es un ser afligido él, ¡tiene que explorar sus cloacas espirituales!-terminó ella con grandes ademanes teatrales.
- Cualquiera diría que te cae mal. Aunque exagerás, como siempre, hermanita.
- Bueno-terció Noah-entonces mañana a la noche nos encontramos en la entrada de esa casa, vos Ollie, ya sabés dónde es, lleven linternas, alguna soga, tal vez un cuchillo para destrabar una puerta o algo así.
- Entonces nos vemos mañana-dijo NIlén muy seria-¡Nuestro grupo de exploración comienza a funcionar!
Al día siguiente, Nilén repasó con Ollie el plan para infiltrarse en la casa abandonada. Todavía tenía sus dudas, aunque no lo quería demostrar.
- Decime,-preguntó- no nos estamos metiendo a hacer algo malo?
- Humm-su hermano dudó un momento- acordate que no vamos a dañar nada. ¡No te vas a echar atrás! –Insistió él-Es divertido, es una aventura y gratis, dale, recordas cuando éramos chicos que quisimos hacer una casa en el árbol de la plaza con cartón y madera, después todos se quejaron.
-¡Vamos!-dijo NIlén sacando a su hermano de sus ensoñaciones- que Noah ya debe estar.
Efectivamente cuando llegan al lugar, Noah ya los estaba esperando en la esquina.
- Estuve mirando y ya descubrí una ventana rota por donde podríamos entrar-les informó.
Los tres fueron hacia la ventana y entraron a través de unos tablones cruzados, Ollie pasó primero y ayudó a pasar a Nilén, y por último entró Noah mirando hacia atrás para cerciorarse que nadie los estuviera mirando.
Una vez adentro enciendieron las linternas y tardaron todavía un momento en acostumbrarse a la penumbra, atraviesaron el hall de entrada cubierto de polvo, que llevaba a una escalera de madera con escalones rotos y vencidos. Siguiendo el pasillo junto a la escalera había una puerta desvencijada que conducía a la cocina. La cocina era grande, se adivinaba donde estuvo el horno que ya no estaba, de la pared colgaba una alacena de madera ya sin puertas. Nilén recorrió la habitación hasta una puerta de hierro con vitreaux, la abrió con dificultad y se quedó mirando sorprendida.
-¡Ollie, Noah, vengan a ver!-llamó Nilén
Los dos se acercaron, Nilén ya había salido por la puerta y se encontraba afuera.
- ¡Mirén lo que es esto, por favor! -exclamó
Por “esto” NIlén se refería a un jardín lleno de glicinas y jazmín del país, tan tupido que parecía una selva, en un rincón había un árbol con su tronco retorcido y más allá un aljibe viejo tapado con tablas. Los tres fueron hacia el aljibe y sacaron las maderas que lo tapaban, Nilén se asomó para ver, adentro se veía todo sucio, lleno de hojas y en el fondo había algo como un musgo verdoso. “Parece un pozo de los deseos”- pensó.
-¿Nadie tiene monedas?-dijo Ollie, adivinando los pensamientos de su hermana- Dale, tiremos una y pidamos un deseo
- Yo tengo-dijo Noah, alcanzándole unas monedas a Nilén - Tomá Nilén, pedí vos.
Ella tomo la moneda, se dió vuelta poniéndose de espaldas al aljibe, cerró los ojos muy fuerte y suspirando profundamente, levanto la mano y arrojó por encima de su cabeza la moneda al aljibe.
- ¿Qué pediste?-le preguntó Ollie.
- No te puedo decir, sino no se cumple.
Entraron de nuevo en la casa, Nilén le dió una última mirada al jardín y aprovechó para tomar unas fotos, finalmente volvieron al pasillo junto a la escalera.
-¡Vamos arriba a ver que hay!-gritó Ollie
- No sé. Los escalones están podridos-dudaba Noah, con razón.
- Yo puedo subir-dijo Nilén queriendo demostrar su coraje- si vamos de dos en dos escalones y nos fijamos bien podemos subir, ¡vamos! - Y pasó al lado de su hermano y Noah velozmente y comenzó a subir casi a los saltos la escalera, enseguida estaba arriba haciendo señas para la sigan.
Noah y Ollie la siguieron con cuidado para no pisar en falso, pero NIlén ya había descubierto una puerta cerrada y estaba intentando entrar forcejeando con el picaporte y empujando con el hombro la puerta, hasta que al final cedió.
- ¡Eh, esperanos!-advirtió su hermano tratando de asustarla-¡Mirá que puede haber una rata!
Pero Nilén ya estaba dentro de la habitación observando una vieja cama de hierro con su colchón con gastadas rayas azules y celestes, a un lado había un gran ropero con su espejo rajado en una de sus puertas. Nilén estaba mirando hacia ahí, como la luz de su linterna se reflejaba en el espejo, cuando de repente le pareció ver una silueta parada contra la pared opuesta. Abrió la boca para gritar pero no le salió ningún sonido, giró sobre sí misma para alcanzar el picaporte de la puerta pero la silueta se acercaba más y más hasta que la agarró por un brazo y con la otra mano le tapó la boca. En ese momento, Nilén sintió que se le aflojaron las piernas, quiso decir el nombre de su hermano pero una nube gris le pasó por la vista y se hubiera caído si esos brazos no la hubieran sostenido.
-No te asustés, soy yo – dijo Kuro – te agarré porque ya tenías cara de gritar como loca o desmayarte, perdoname-le suplicó con cara compungida.
Nilén lo miró tratando de entender, su voz parecía venir de muy lejos, después de unos minutos se recobró y entornó los ojos lanzándole a Kuro una mirada poco amistosa.
-¿Pero vos estás loco?-se enojó ella- ¿te crees gracioso, vos?! Qué perdoname ni perdoname, ¡morite!-terminó diciendo mientras lo empujaba hacia atrás. En eso llegan Ollie y Noah.
-¡Al final decidiste venir!-festejó Ollie- Mi hermana creyó que había visto un fantasma!
- Sí, entré antes que ustedes-explicó Kuro- Ví el jardín y después decidí investigar un poco aquí arriba, no sabía que ustedes ya habían entrado hasta que tu hermana me vió y casi se cae del susto.
-¡Mejor nos vamos! –Dijo Nilén decidida-Saquemos unas fotografías más y listo, aquí ya no hay más nada que hacer. Y dicho esto, empezó a bajar la escalera seguida de los chicos que no se animaron a contradecirla. Una vez en la calle, Noah alcanza a Nilén y le da la linterna que se le había caído en la casa cuando casi se desmaya.
- ¿Te asustaste en serio, no?-se preocupó Noah- Qué mal que estuvo Kuro!
- No se lo voy a perdonar a Ollie-dijo NIlén con los ojos vidriosos-¡que le haya avisado a ese sin decirme, cuando lleguemos a casa, lo mato!
Más atrás Ollie y Kuro hablaban y miraban para donde estaban Nilén y Noah. Kuro se acerca a Nilén que instintivamente retrocede unos pasos.
- Perdoname, por favor, no quise asustarte-le rogó por última vez- Ya te voy a compensar el mal rato. Y dicho esto, se despidió con un gesto echándose el pelo hacia atrás y se fue solo.

LiNa


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1 comentario:

  1. ya van tres.. este me lo reservo para mañana... esta muy interesante la historia!!!

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