Si esta fuera una crónica periodística el final debería quedar así.
En la vida real, la inconsciencia, el desconocimiento del peligro y el afán de empujar los límites un poco más, arrasó, como el agua, con más de una vida.
Pero como esta es una novela, mi novela, puedo darme un pequeño lujo y compartirlo con quien quiera leerlo.
Puedo hacer algo de magia. Quiero ser feliz y obstinarme en serlo, y que mis personajes también lo sean.
Puedo darles algo que la vida real a veces no nos da, y eso es una segunda oportunidad
Por eso habra un segundo final. Prontito XD
:)
LiNa
lunes, 29 de junio de 2009
CAPITULO 11 LA TORMENTA...
Nilén se quedó mirando un momento su celular hasta que finalmente llamó a su casa. Estaba empapada, por eso las lágrimas que corrían por sus mejillas pasaban desapercibidas. No conseguía comunicarse, “justo ahora! –pensó-que me había decidido a contarlo todo, justo ahora no consigo señal!” Se sentía impotente y desamparada, estaba tiesa bajo ese toldo con la mirada perdida más allá de la salida de la alcantarilla, no le importaba llorar ya con quejidos leves, pasó un hombre corriendo bajo la lluvia y la miró con lástima.
Se sentía vencida y la sensación de pánico de que algo malo estaba por suceder la invadió de tal forma que le temblaba el cuerpo. En ese estado de shock estaba cuando alguien la abrazó fuerte y le dijo: -¡Estás helada!. Nilén miró hacia ese rostro y al ver a Kuro se dejó caer en su hombro sin poder hablar. Él le puso su campera por los hombros y buscó los ojos de Nilén que miraba desesperada la alcantarilla, no dudó un segundo y cruzó corriendo la avenida hacia la boca de tormenta, la tapa seguía semiabierta y Kuro comenzó a bajar por la escalerilla. Antes de desaparecer por completo por la abertura le dirigió una última mirada a Nilén e hizo un llamado desde su celular, después fue bajando hasta que ya no se lo volvió a ver.
Ya dentro del túnel, Kuro se alumbró con la linterna, el nivel del agua dentro del colector estaba subiendo, esa zona siempre se inundaba – recordó- estos túneles correspondían precisamente al entubamiento de un viejo arroyo que recorría la ciudad y las lluvias contribuían a hacer crecer su caudal, por eso precisamente se había construido un canal aliviador que llevaba el agua hacia el río. Era todo este laberinto de túneles los que habían estado explorando. El ruido de los autos y colectivos , aunque no muchos debido al mal tiempo, y el sonido de la lluvia, retumbaba dentro del túnel amplificado por el eco, por este motivo Kuro no intentó siquiera llamarlos ya que sabía que no lo escucharían. Tenía que apurarse, el nivel del agua subía rápido, la calle arriba estaba inundada y toda el agua iba a los desagües que desembocaban en el túnel. Dobló rápido en la bifurcación por la que habían tomado la última vez que estuvieron allí, el agua estaba a mayor nivel en ese tramo, le pareció ver sobresalir algo en el agua, pero no estaba seguro de qué era. Se acercó y lo alumbró con la linterna, era la mochica de Ollie, Kuro la tomó por la correa y la inspeccionó un momento para dejarla luego dejarla caer en el agua. Se dio la vuelta y siguió el corredor hasta donde había una compuerta, más arriba en la pared del túnel, había una abertura que conectaba con otro túnel a un nivel superior, según creía recordar, se dirigió rápido hacia allí.
Ya estaba llegando cuando vió una luz en el interior de la entrada al túnel superior, ¡al fin! –se dijo y contrajo la mandíbula con decisión- ¡allí están!
-¡Estamos acá arriba¡-gritó Noah haciendo señas con la linterna.
- ¡Rápido! ¡tienen que bajar, esto se está llenando de agua! – le respondió Kuro, miró para abajo y el agua le llegaba a la cintura, recién ahora se daba cuenta, una sensación de peligro instintiva, casi animal se despertó en su mente y se movió con mayor agilidad.
-Ollie, se torció una rodilla – explicó Noah- no puede caminar solo, subimos un nivel cuando se empezó a inundar pero no puede caminar hasta la salida. Es una vieja herida del skate, vamos a tener que llevarlo entre los dos. Yo lo agarró debajo de los brazos y vos ayudalo a bajar.
Noah tomó con fuerza a Ollie por las axilas y comenzó a bajarlo por la pared del túnel donde Kuro lo agarró por la cintura.
-¡Ya te tengo, amiguito!- le dijo Kuro a Ollie que tenía cara de dolorido- pasá un brazo por encima de mi hombro.
Noah bajó después y tomó a Ollie por el otro brazo y empezaron a moverse lo más rápido posible hacia la salida, el nivel del agua les llegaba al pecho, por eso trataron de elevar a Ollie lo más posible casi sin tocar el piso, ya que como él era más chico el agua lo habría tapado. Era difícil caminar por el túnel inundado, sin luz, ya que las linternas estaban mojadas y cargando una persona lastimada. Noah y Kuro se miraron por un instante sin decir nada, no querían asustar más a Ollie pero ambos sabían el peligro que estaban corriendo. Se apresuraron a tomar por la bifurcación nuevamente, en ese otro tramo el agua estaba más estancada, detrás de ellos se sentía un ruido fuerte como un rugido, era la correntada de agua que venía implacable, arrastrando todo a su paso. No tenían tiempo para mirar atrás, de pronto Ollie se resbaló del hombro de Kuro y se hundió en el agua, Noah se sumergió inmediatamente y lo tomó de la remera y comenzó a tirar de él hacia la escalerilla. Noah alzó a Ollie por sobre sus hombros y éste se aferró de la baranda.
-¡Fuerza, Ollie!- le gritó Noah- no vayas a soltarte. Noah empezó a subir junto con Ollie, empujándolo por los peldaños de la escalerilla.
Lo primero que Nilén vió salir fue la cabeza de su hermano, que miraba asustado a su alrededor, afuera lo esperaban sus padres, un grupo de rescatistas, dos autos de la policía y los bomberos.
Luego terminó de subir Noah, ambos fueron llevados a una ambulancia, los cubrieron con mantas para que entraran en calor y partieron hacia el hospital.
Nilén intentó desesperadamente abrirse paso entre los rescatistas, un bombero la tomó de un brazo y le dijo que no podía pasar
-¡Falta uno! ¡Todavía falta uno de salir!- le gritó frenética.
El bombero la miró incrédulo y fue a avisar a los demás de la brigada, enseguida se movilizaron los rescatistas y la policía, dos bomberos intentaron descender por la escalerilla pero no se podía ya que estaba todo inundado.
-¡Vamos a buscarlo en las demás bocas de tormenta!-informó el bombero- Intentaremos sacarlo más adelante, es probable que la corriente lo esté arrastrando hacia el río-concluyó.
-Nilén..-se acercó su papá hablándole despacio-vamos a casa, querida, acá ya no podemos hacer nada,solo molestarlos en su trabajo. Además los padres de Kuro están muy mal, les corresponde a ellos estar aquí.
Nilén se tapó la cara con ambas manos, estaba petrificada en el lugar, sentía que jamás podría irse, mientras se quedara allí se sentía cerca de Kuro. “Kuro”-pensó-“no sale, no sale…”
En el interior de la alcantarilla Kuro se mantenía sosteniéndose con una mano de la baranda de la escalerilla. Había quedado abajo esperando que Noah y Ollie terminaran de subir, el agua ya casi lo tapaba, iba a impulsarse con ambas manos para tomar envión y alcanzar el primer peldaño, cuando el rumor sordo del agua se hizo tan intenso como una explosión. Kuro sólo pudo dar vuelta la cabeza para ver venir el torrente furioso de esa masa de agua que lo arrastró sin dejarle tiempo a nada.
LiNa
Se sentía vencida y la sensación de pánico de que algo malo estaba por suceder la invadió de tal forma que le temblaba el cuerpo. En ese estado de shock estaba cuando alguien la abrazó fuerte y le dijo: -¡Estás helada!. Nilén miró hacia ese rostro y al ver a Kuro se dejó caer en su hombro sin poder hablar. Él le puso su campera por los hombros y buscó los ojos de Nilén que miraba desesperada la alcantarilla, no dudó un segundo y cruzó corriendo la avenida hacia la boca de tormenta, la tapa seguía semiabierta y Kuro comenzó a bajar por la escalerilla. Antes de desaparecer por completo por la abertura le dirigió una última mirada a Nilén e hizo un llamado desde su celular, después fue bajando hasta que ya no se lo volvió a ver.
Ya dentro del túnel, Kuro se alumbró con la linterna, el nivel del agua dentro del colector estaba subiendo, esa zona siempre se inundaba – recordó- estos túneles correspondían precisamente al entubamiento de un viejo arroyo que recorría la ciudad y las lluvias contribuían a hacer crecer su caudal, por eso precisamente se había construido un canal aliviador que llevaba el agua hacia el río. Era todo este laberinto de túneles los que habían estado explorando. El ruido de los autos y colectivos , aunque no muchos debido al mal tiempo, y el sonido de la lluvia, retumbaba dentro del túnel amplificado por el eco, por este motivo Kuro no intentó siquiera llamarlos ya que sabía que no lo escucharían. Tenía que apurarse, el nivel del agua subía rápido, la calle arriba estaba inundada y toda el agua iba a los desagües que desembocaban en el túnel. Dobló rápido en la bifurcación por la que habían tomado la última vez que estuvieron allí, el agua estaba a mayor nivel en ese tramo, le pareció ver sobresalir algo en el agua, pero no estaba seguro de qué era. Se acercó y lo alumbró con la linterna, era la mochica de Ollie, Kuro la tomó por la correa y la inspeccionó un momento para dejarla luego dejarla caer en el agua. Se dio la vuelta y siguió el corredor hasta donde había una compuerta, más arriba en la pared del túnel, había una abertura que conectaba con otro túnel a un nivel superior, según creía recordar, se dirigió rápido hacia allí.
Ya estaba llegando cuando vió una luz en el interior de la entrada al túnel superior, ¡al fin! –se dijo y contrajo la mandíbula con decisión- ¡allí están!
-¡Estamos acá arriba¡-gritó Noah haciendo señas con la linterna.
- ¡Rápido! ¡tienen que bajar, esto se está llenando de agua! – le respondió Kuro, miró para abajo y el agua le llegaba a la cintura, recién ahora se daba cuenta, una sensación de peligro instintiva, casi animal se despertó en su mente y se movió con mayor agilidad.
-Ollie, se torció una rodilla – explicó Noah- no puede caminar solo, subimos un nivel cuando se empezó a inundar pero no puede caminar hasta la salida. Es una vieja herida del skate, vamos a tener que llevarlo entre los dos. Yo lo agarró debajo de los brazos y vos ayudalo a bajar.
Noah tomó con fuerza a Ollie por las axilas y comenzó a bajarlo por la pared del túnel donde Kuro lo agarró por la cintura.
-¡Ya te tengo, amiguito!- le dijo Kuro a Ollie que tenía cara de dolorido- pasá un brazo por encima de mi hombro.
Noah bajó después y tomó a Ollie por el otro brazo y empezaron a moverse lo más rápido posible hacia la salida, el nivel del agua les llegaba al pecho, por eso trataron de elevar a Ollie lo más posible casi sin tocar el piso, ya que como él era más chico el agua lo habría tapado. Era difícil caminar por el túnel inundado, sin luz, ya que las linternas estaban mojadas y cargando una persona lastimada. Noah y Kuro se miraron por un instante sin decir nada, no querían asustar más a Ollie pero ambos sabían el peligro que estaban corriendo. Se apresuraron a tomar por la bifurcación nuevamente, en ese otro tramo el agua estaba más estancada, detrás de ellos se sentía un ruido fuerte como un rugido, era la correntada de agua que venía implacable, arrastrando todo a su paso. No tenían tiempo para mirar atrás, de pronto Ollie se resbaló del hombro de Kuro y se hundió en el agua, Noah se sumergió inmediatamente y lo tomó de la remera y comenzó a tirar de él hacia la escalerilla. Noah alzó a Ollie por sobre sus hombros y éste se aferró de la baranda.
-¡Fuerza, Ollie!- le gritó Noah- no vayas a soltarte. Noah empezó a subir junto con Ollie, empujándolo por los peldaños de la escalerilla.
Lo primero que Nilén vió salir fue la cabeza de su hermano, que miraba asustado a su alrededor, afuera lo esperaban sus padres, un grupo de rescatistas, dos autos de la policía y los bomberos.
Luego terminó de subir Noah, ambos fueron llevados a una ambulancia, los cubrieron con mantas para que entraran en calor y partieron hacia el hospital.
Nilén intentó desesperadamente abrirse paso entre los rescatistas, un bombero la tomó de un brazo y le dijo que no podía pasar
-¡Falta uno! ¡Todavía falta uno de salir!- le gritó frenética.
El bombero la miró incrédulo y fue a avisar a los demás de la brigada, enseguida se movilizaron los rescatistas y la policía, dos bomberos intentaron descender por la escalerilla pero no se podía ya que estaba todo inundado.
-¡Vamos a buscarlo en las demás bocas de tormenta!-informó el bombero- Intentaremos sacarlo más adelante, es probable que la corriente lo esté arrastrando hacia el río-concluyó.
-Nilén..-se acercó su papá hablándole despacio-vamos a casa, querida, acá ya no podemos hacer nada,solo molestarlos en su trabajo. Además los padres de Kuro están muy mal, les corresponde a ellos estar aquí.
Nilén se tapó la cara con ambas manos, estaba petrificada en el lugar, sentía que jamás podría irse, mientras se quedara allí se sentía cerca de Kuro. “Kuro”-pensó-“no sale, no sale…”
En el interior de la alcantarilla Kuro se mantenía sosteniéndose con una mano de la baranda de la escalerilla. Había quedado abajo esperando que Noah y Ollie terminaran de subir, el agua ya casi lo tapaba, iba a impulsarse con ambas manos para tomar envión y alcanzar el primer peldaño, cuando el rumor sordo del agua se hizo tan intenso como una explosión. Kuro sólo pudo dar vuelta la cabeza para ver venir el torrente furioso de esa masa de agua que lo arrastró sin dejarle tiempo a nada.
LiNa
domingo, 28 de junio de 2009
CAPITULO 10 URBAN HACKERS: LA BUSQUEDA
Nilén levantó la vista de la computadora y miró por centésima vez a su hermano, que, sentado en el sillón de su habitación, balanceaba una pierna por encima del apoyabrazo con gesto impaciente. Ollie miraba por la ventana, largaba un bufido y después miraba a su hermana con los ojos entrecerrados y el seño fruncido.
- ¡Cortala Ollie, que ya se con lo que me vas a salir! ¡Por mí podés resoplar como un búfalo que no me pienso mover de acá! – le advirtío Nilén dirigiendole una mirada amenazante.
- Nile, sos de los peor como hermana! yo siempre te acompañe a pintar paredes y hacer graffittis, pero yo te pido algo y..claro a mí, que me parta un rayo!- se quejó Ollie, haciendo grandes ademanes y apuntandola con el dedo.
- Es increíble, fijate vos que Noah ya me había advertido que te ibas a poner así con el asunto de volver a la alcantarilla. Al final parece que te conoce mejor que yo.- le dijo ella- y de todas maneras le prometí que no lo ibamos a volver a hacer.
- No me vengas con eso, de que se lo prometí a Noah, Nilén! Por lo que sé, la fidelidad a tus promesas, no es lo que digamos tu punto fuerte.- le dijo en tono burlón.-Si no, preguntemosle a Kuro.
Nilén dió un salto en la silla y se abalanzó sobre su hermano.
-Ahora sí que te mato, Ollie! – rugió Nilén- ¡Sos un mocoso de porquería, vos!¡No hablés de lo que no entendés!-siguió gritándole mientras los se revolcaban sobre el piso enfrascados en una pelea medio en serio, medio en broma.
- ¡Sí que entiendo! ¡No hace falta ser más grande para entender, sino simplemente tener ojos!¡ Te juro que fue una sorpresa, Nile! ¡Nunca hubiera pensado que vos y Kuro...!
- “Nunca hubiera pensado...nunca hubiera pensado....”-le hizo burla Nilén-¡si total vos nunca pensás! Nada de yo y Kuro, entendés, Kuro y yo...NADA!!
Los dos dejaron de pelear en el piso y se sentaron, Ollie la miró con picardía y le dijo
- A ver, pozo de sabiduría. Explicame eso de que no hay nada entre ustedes, porque por lo que sé...algo hay.
- No, querido hermanito. No hay nada, o si lo hubo, no servía. Por otra parte, no me importa Kuro porque ni siquiera sé dónde está, como siempre él está de gira o acompañando a los músicos, de ensayo en ensayo, siempre inalcanzable, intangible,¡ insoportable!.
- Bueno, pero eso es lo que él hace, se encarga de la parte gráfica, por eso va y viene con las bandas, vos ya sabías, nena. Igual, ¿por qué no puede haber nada más serio entre ustedes?
- Ollie, es difícil de explicarte. No se cómo decirte, pero intuyo que una relación así sería cómo jugar a la ruleta rusa, un día estaría felíz, al siguiente me sentiría insegura, al otro estaría furiosa, al otro lo extrañaría, y al otro volvería corriendo con él. Sólo tengo que girar el tambor de los días a ver cuál bala me toca – sentenció Nilén con amargura.- Lo que pasa es que a veces la adrenalina de la pasión te confunde y cuándo parás un poquito, te das cuenta que así no va la cosa.
- ¡La adrenalina de la pasión!¡ Ves; Nile, vos me tenés que entender!- se entusiasmó Ollie-Yo tengo una idea, que es mi pasión y la posibilidad de perseguir esa idea y alcanzarla es mi meta. La adrenalina de descubrir algo por mí mismo, dale, entendeme y acompañame a explorar una vez más, una sola.-terminó por suplicarle, pero Nilén lo sacó a empujones de la habitación.
Pasaron los días y Ollie seguía ofendido con Nilén, casi no se hablaban, salvo lo necesario.
Esa tarde Ollie había salido apurado sin saludarla, ya estaba anocheciendo y ni noticias de él. Nilén miró por la ventana de su cuarto, el cielo plomizo y las nubes oscuras que lo cubrían en parte, toda la semana había estado así de húmedo y caluroso, casi sofocante.
“A donde se habrá metido –pensó Nilén- ya va a ser la hora de comer”- suspiró resignada.
“Ah no, si cree que haciendose el interesante va a conseguir sus caprichos, conmigo va muerto” –siguió ella para sí misma. Siguió así un rato, dando vueltas por la habitación hasta que decidió ir hasta el parque a ver si lo encontraba allí, “y cuando lo vea, me va a escuchar”- se prometió mentalemente.
Nilén recorrió el parque de una punta a la otra hasta convencerse de que allí no lo iba a encontrar, a lo lejos se sintió el sonido sordo de un trueno y apuró el paso para regresar a su casa. Una vez alli, entró corriendo en la habitación de su hermano, casi se cae al pisar el skate que Ollie había dejado olvidado junto a la puerta. “No se llevó el skate”-pensó Nilén con un mal presentimiento.
Se sentó un momento en la cama de su hermano sin saber qué hacer, después de unos minutos se levantó con determinación y fué a buscar su mochila, metió una soga, la linterna, un par de guantes, una botella de agua, el cortaplumas y algunos apósitos. Cuando terminó de armar el equipo, tomó el celular y lo metió en el bolsillo de su pantalón, se puso una campera liviana ,un gorro y salió. Ya en la calle, la luz brillante de un relámpago se recortó a lo lejos contra el gris del cielo, resquebrajandolo y cuarteandolo como una herida que se va abriendo paso entre las nubes espesas, el ruido fuertísimo del trueno le llegó después y le produjo un escalofrío.Llegó jadeando, con el corazón a punto de salirsele del pecho, a la intersección de la avenida donde estaba la boca de tormenta. La tapa estaba movida y dejaba la mitad de su abertura al descubierto, a Nilén no le importó esa pareja mayor que la miraba como si estuviera loca, y empezó a bajar por la escalerilla, antes de desaparecer del todo por la alcantarilla, le mandó un mensaje a Noah.
Una vez abajo, alumbró la entrada del túnel , se podía sentir el sonido de la lluvia afuera, Nilén empezó a caminar por el colector,cada vez más adentro, ahora ya no escuchaba nada. Llegó a la bifurcación del túnel, en una dirección se llegaba a una compuerta y la otra debía ser por donde había tomado Ollie- pensó-sacó entonces un marcador negro grueso y marcó con una “X” la pared para guiarse.
-¡Ollie! – llamó Nilén - ¡Ollie!-repitió a los gritos- pero no obtuvo respuesta. Se le estaban mojando las zapatillas, en el piso del túnel el nivel del agua había subido, “claro” –se dijo preocupada- “es lógico, ya que a estos enormes túneles va a parar el agua que se junta en los desagües pluviales de la calle y debe estar lloviendo de lo lindo” Estuvo un rato dando vueltas por otras conexiones del colector, “tendría que haberme hecho una copia del dibujo de Ollie, porque ahora no me acuerdo dónde era que él decía haber visto el famoso pez”.Nilén dió vuelta rápido sobre sus pasos y decidió tomar por la otra dirección. Una luz venía acercandose cada vez más rápido, hasta que llegó a ver la cara de Noah.
- ¡Nilén!- le dijo tomándola por los hombros- me quedé duro de la sorpresa cuando me llegó tu mensaje.¡ Nunca tendrían que haber venido, menos un día como hoy! Afuera llueve torrencialmente- prosiguió preocupado- Había alerta meteorológico hoy...
- No sabía-se lamentó ella- No escuché nada, estuve todo el día buscando a Ollie.
- Vamos!-le dijo Noah-te acompaño a la salida y después sigo yo buscando a tu hermano, es peligroso que te quedes acá.
Nilén dudó un momento, pero sabía que él tenía razón, así que tuvo que resignarse con volver y esperar afuera.
-Volvé a tu casa – le recomendó Noah- yo me encargo de encontrar a tu hermano, no debe de estar lejos, lo más probable es que no nos escuche por el ruido de la lluvia – trató de tranquilizarla-pero...¡y no protestes! avisale a tus padres de una buena vez lo que pasa.
Nilén se quedó afuera en la lluvia mientras Noah volvía a entrar por la alcantarilla, buscó refugio cruzando la calle, debajo del toldo de un negocio. Miró a su alrededor y vió que las calles se estaban inundando, la poca gente que pasaba corriendo, había tenido que subirse la ropa casi arriba de las rodillas, algunas ramas de los árboles se habían caído, una bastante grande fué a dar justo sobre el techo de un auto estacionado.
“Mejor espero un poco acá – pensó- tal vez, dentro de un rato, pare un poco de llover, además preferiría volver a casa con Ollie, si llego sola y le cuento a mamá, se va a poner como loca y va a llamar a la policía”
Nilén siguió esperando, pero Noah y Ollie no salían, se sintió sola y angustiada, ¿a quien más podría pedirle ayuda? Se retorcía las manos pensando qué hacer, buscó en el bolsillo de su pantalón el teléfono celular y escribió un mensaje. “No se me ocurre otra cosa” –se justificó a sí misma-“es la única persona que conoce el lugar igual que nosotros, pero no sé si estará o si querrá venir a ayudarme”. Terminó de escribir el mensaje y presionó el botón de enviar. “Ya está, espero que Kuro lo reciba” –pensó. Ahora faltaba lo más difícil, llamar a sus padres.
LiNa
- ¡Cortala Ollie, que ya se con lo que me vas a salir! ¡Por mí podés resoplar como un búfalo que no me pienso mover de acá! – le advirtío Nilén dirigiendole una mirada amenazante.
- Nile, sos de los peor como hermana! yo siempre te acompañe a pintar paredes y hacer graffittis, pero yo te pido algo y..claro a mí, que me parta un rayo!- se quejó Ollie, haciendo grandes ademanes y apuntandola con el dedo.
- Es increíble, fijate vos que Noah ya me había advertido que te ibas a poner así con el asunto de volver a la alcantarilla. Al final parece que te conoce mejor que yo.- le dijo ella- y de todas maneras le prometí que no lo ibamos a volver a hacer.
- No me vengas con eso, de que se lo prometí a Noah, Nilén! Por lo que sé, la fidelidad a tus promesas, no es lo que digamos tu punto fuerte.- le dijo en tono burlón.-Si no, preguntemosle a Kuro.
Nilén dió un salto en la silla y se abalanzó sobre su hermano.
-Ahora sí que te mato, Ollie! – rugió Nilén- ¡Sos un mocoso de porquería, vos!¡No hablés de lo que no entendés!-siguió gritándole mientras los se revolcaban sobre el piso enfrascados en una pelea medio en serio, medio en broma.
- ¡Sí que entiendo! ¡No hace falta ser más grande para entender, sino simplemente tener ojos!¡ Te juro que fue una sorpresa, Nile! ¡Nunca hubiera pensado que vos y Kuro...!
- “Nunca hubiera pensado...nunca hubiera pensado....”-le hizo burla Nilén-¡si total vos nunca pensás! Nada de yo y Kuro, entendés, Kuro y yo...NADA!!
Los dos dejaron de pelear en el piso y se sentaron, Ollie la miró con picardía y le dijo
- A ver, pozo de sabiduría. Explicame eso de que no hay nada entre ustedes, porque por lo que sé...algo hay.
- No, querido hermanito. No hay nada, o si lo hubo, no servía. Por otra parte, no me importa Kuro porque ni siquiera sé dónde está, como siempre él está de gira o acompañando a los músicos, de ensayo en ensayo, siempre inalcanzable, intangible,¡ insoportable!.
- Bueno, pero eso es lo que él hace, se encarga de la parte gráfica, por eso va y viene con las bandas, vos ya sabías, nena. Igual, ¿por qué no puede haber nada más serio entre ustedes?
- Ollie, es difícil de explicarte. No se cómo decirte, pero intuyo que una relación así sería cómo jugar a la ruleta rusa, un día estaría felíz, al siguiente me sentiría insegura, al otro estaría furiosa, al otro lo extrañaría, y al otro volvería corriendo con él. Sólo tengo que girar el tambor de los días a ver cuál bala me toca – sentenció Nilén con amargura.- Lo que pasa es que a veces la adrenalina de la pasión te confunde y cuándo parás un poquito, te das cuenta que así no va la cosa.
- ¡La adrenalina de la pasión!¡ Ves; Nile, vos me tenés que entender!- se entusiasmó Ollie-Yo tengo una idea, que es mi pasión y la posibilidad de perseguir esa idea y alcanzarla es mi meta. La adrenalina de descubrir algo por mí mismo, dale, entendeme y acompañame a explorar una vez más, una sola.-terminó por suplicarle, pero Nilén lo sacó a empujones de la habitación.
Pasaron los días y Ollie seguía ofendido con Nilén, casi no se hablaban, salvo lo necesario.
Esa tarde Ollie había salido apurado sin saludarla, ya estaba anocheciendo y ni noticias de él. Nilén miró por la ventana de su cuarto, el cielo plomizo y las nubes oscuras que lo cubrían en parte, toda la semana había estado así de húmedo y caluroso, casi sofocante.
“A donde se habrá metido –pensó Nilén- ya va a ser la hora de comer”- suspiró resignada.
“Ah no, si cree que haciendose el interesante va a conseguir sus caprichos, conmigo va muerto” –siguió ella para sí misma. Siguió así un rato, dando vueltas por la habitación hasta que decidió ir hasta el parque a ver si lo encontraba allí, “y cuando lo vea, me va a escuchar”- se prometió mentalemente.
Nilén recorrió el parque de una punta a la otra hasta convencerse de que allí no lo iba a encontrar, a lo lejos se sintió el sonido sordo de un trueno y apuró el paso para regresar a su casa. Una vez alli, entró corriendo en la habitación de su hermano, casi se cae al pisar el skate que Ollie había dejado olvidado junto a la puerta. “No se llevó el skate”-pensó Nilén con un mal presentimiento.
Se sentó un momento en la cama de su hermano sin saber qué hacer, después de unos minutos se levantó con determinación y fué a buscar su mochila, metió una soga, la linterna, un par de guantes, una botella de agua, el cortaplumas y algunos apósitos. Cuando terminó de armar el equipo, tomó el celular y lo metió en el bolsillo de su pantalón, se puso una campera liviana ,un gorro y salió. Ya en la calle, la luz brillante de un relámpago se recortó a lo lejos contra el gris del cielo, resquebrajandolo y cuarteandolo como una herida que se va abriendo paso entre las nubes espesas, el ruido fuertísimo del trueno le llegó después y le produjo un escalofrío.Llegó jadeando, con el corazón a punto de salirsele del pecho, a la intersección de la avenida donde estaba la boca de tormenta. La tapa estaba movida y dejaba la mitad de su abertura al descubierto, a Nilén no le importó esa pareja mayor que la miraba como si estuviera loca, y empezó a bajar por la escalerilla, antes de desaparecer del todo por la alcantarilla, le mandó un mensaje a Noah.
Una vez abajo, alumbró la entrada del túnel , se podía sentir el sonido de la lluvia afuera, Nilén empezó a caminar por el colector,cada vez más adentro, ahora ya no escuchaba nada. Llegó a la bifurcación del túnel, en una dirección se llegaba a una compuerta y la otra debía ser por donde había tomado Ollie- pensó-sacó entonces un marcador negro grueso y marcó con una “X” la pared para guiarse.
-¡Ollie! – llamó Nilén - ¡Ollie!-repitió a los gritos- pero no obtuvo respuesta. Se le estaban mojando las zapatillas, en el piso del túnel el nivel del agua había subido, “claro” –se dijo preocupada- “es lógico, ya que a estos enormes túneles va a parar el agua que se junta en los desagües pluviales de la calle y debe estar lloviendo de lo lindo” Estuvo un rato dando vueltas por otras conexiones del colector, “tendría que haberme hecho una copia del dibujo de Ollie, porque ahora no me acuerdo dónde era que él decía haber visto el famoso pez”.Nilén dió vuelta rápido sobre sus pasos y decidió tomar por la otra dirección. Una luz venía acercandose cada vez más rápido, hasta que llegó a ver la cara de Noah.
- ¡Nilén!- le dijo tomándola por los hombros- me quedé duro de la sorpresa cuando me llegó tu mensaje.¡ Nunca tendrían que haber venido, menos un día como hoy! Afuera llueve torrencialmente- prosiguió preocupado- Había alerta meteorológico hoy...
- No sabía-se lamentó ella- No escuché nada, estuve todo el día buscando a Ollie.
- Vamos!-le dijo Noah-te acompaño a la salida y después sigo yo buscando a tu hermano, es peligroso que te quedes acá.
Nilén dudó un momento, pero sabía que él tenía razón, así que tuvo que resignarse con volver y esperar afuera.
-Volvé a tu casa – le recomendó Noah- yo me encargo de encontrar a tu hermano, no debe de estar lejos, lo más probable es que no nos escuche por el ruido de la lluvia – trató de tranquilizarla-pero...¡y no protestes! avisale a tus padres de una buena vez lo que pasa.
Nilén se quedó afuera en la lluvia mientras Noah volvía a entrar por la alcantarilla, buscó refugio cruzando la calle, debajo del toldo de un negocio. Miró a su alrededor y vió que las calles se estaban inundando, la poca gente que pasaba corriendo, había tenido que subirse la ropa casi arriba de las rodillas, algunas ramas de los árboles se habían caído, una bastante grande fué a dar justo sobre el techo de un auto estacionado.
“Mejor espero un poco acá – pensó- tal vez, dentro de un rato, pare un poco de llover, además preferiría volver a casa con Ollie, si llego sola y le cuento a mamá, se va a poner como loca y va a llamar a la policía”
Nilén siguió esperando, pero Noah y Ollie no salían, se sintió sola y angustiada, ¿a quien más podría pedirle ayuda? Se retorcía las manos pensando qué hacer, buscó en el bolsillo de su pantalón el teléfono celular y escribió un mensaje. “No se me ocurre otra cosa” –se justificó a sí misma-“es la única persona que conoce el lugar igual que nosotros, pero no sé si estará o si querrá venir a ayudarme”. Terminó de escribir el mensaje y presionó el botón de enviar. “Ya está, espero que Kuro lo reciba” –pensó. Ahora faltaba lo más difícil, llamar a sus padres.
LiNa
CAPITULO 9 URBAN HACKERS: EL SECRETO DE NOAH
Ya había transcurrido más o menos un mes desde la pelea entre Kuro y Noah y no habían vuelto a reunirse para hacer más exploraciones. Ollie seguía yendo al parque con el skate y a veces se cruzaba con Noah pero Nilén no volvió a ir.
Ese día era el cumpleaños de Nilén , en su casa prepararon todo para agasajarla, y ella se sentía agradecida pero distante. Muchas cosas le habían pasado ultimamente y no había logrado incorporarlas a su sistema, todavía no entendía cómo había terminado todo así.
Nilén estaba acurrucada, sentada en un viejo sillón de su habitación con la mirada perdida en la ventana, cuando su hermano llamó a la puerta tan ruidoso como siempre.
-¡Alguien vino a saludarte Nile! – dijo asomando primero la cabeza para luego entrar y dejar pasar tras de si a Noah. Nilén los miró a uno y a otro sorprendida y no atinó a decir nada, solo se limitó a sonreir después de unos segundos. Noah se adelantó y le dió un beso en la mejilla.
-¡Felíz cumpleaños! – le dijo , y Nilén sintió que se ponía colorada.
-¡Gracias! – le contestó con vos entrecortada- ¡qué suerte que pudiste pasar a saludarme!
- Nilén...no iba a dejar de hacerlo, por ningún motivo.- su voz era grave.
- Noah, dejame que te explique. Me siento mal porque las cosas no pasaron como tenían que haber pasado, ni como yo quería que fueran...
- Las cosas pasan... como pasan. No tenes por qué explicarme nada, yo no te pido explicaciones.
- No, ya se que vos no me exigís nada, es sólo que siempre nos llevamos tan bien, un vínculo como el que nosotros tenemos, no podemos dejarlo ir así...simplemente.
- No entiendo por qué bajaste sola ese día, sin decirle a nadie.
- Hice mal, es verdad. Pero después de lo que me habías contado, y mi hermano también creyó ver algo, yo sentí que tenía que volver ...
Nilén dudó un momento, pero tomó coraje y le preguntó a Noah como había muerto su hermano mayor:
- Al final nunca me contaste bien, si te molesta no me cuentes - le dijo.
- No, no me molesta.Creí que lo había superado, pero lo del otro día me demostró que la herida no está cerrada y tal vez nunca lo estará, y la culpa... aunque me diga a mi mismo que no me corresponde, que fué un accidente, la culpa es ya una sombra permanente que me acompaña, que se proyecta sobre mi sin remedio, a veces es pequeña y soportable, otras veces se agiganta y me sobrepasa.
Nilén lo observa en silencio, quisiera reconfortarlo pero no se anima a pronunciar una sola palabra. Noah hace una pausa y prosigue
- Mi padre, mi hermano y yo solíamos ir siempre al mar a pescar. Yo era más chico, así que lo único que hacía , supongo, era estorbar, pero ellos sí lo tomaban seriamente. Mi hermano era muy buen nadador y buceador, él me enseñó a nadar a mí. Ese día hacía bastante calor y no había buen pique, yo estaba muy aburrido y ya tenía hambre, me puse a fastidiar con que quería tirarme del bote a nadar, mi hermano ya me había dicho que no, que estabamos mar adentro, que no me tirara. Mi padre estaba ocupado guardando los anzuelos y acomodando las cosas para volver, y yo no hice caso y me zambullí por un costado del bote, dí una vuelta alrededor del bote y saludé con la mano a mi hermano para que no se enojara conmigo, después de eso me sumergí, para bucear un poco. No sé qué me pasó, había buceado unos minutos, cuando me sentí sin aire, así que me impulsé hacia arriba, y pensé que ya salía a la superficie, pero no, no me daba cuenta donde estaba la superficie, había perdido la noción de arriba y abajo, abrí los ojos en el agua y no veía donde estaba la luz que me indicara cómo salir, todo era una masa de agua a mi alrededor, me sentí mareado y me acuerdo que por un momento pensé “no me digas que me voy a ahogar acá” ya es como que había dejado de intentar salir, cuando siento que alguien me agarra del pelo y nada conmigo hacia afuera. Mi hermano y mi padre se habían sambullido los dos para buscarme, mi papá me sacó y me subió al bote, me golpeó la espalda para que escupiera el agua, mi hermano no salía todavía. Eso era algo inpensable porque él era el mejor nadador de los tres, mi papá se volvió a tirar al agua, finalmente lo sacó, pero estaba inconciente, intentó reanimarlo y me gritó que hiciera andar el motor del bote. Cuando llegamos a la orilla había poca gente, pero alguien dió aviso a la ambulancia, pero ya era muy tarde,no lo pudieron revivir.
Nilén escuchó la historia sin atreverse a mirar a Noah, recién cuando él teminó levantó la vista y vió su rostro desencajado, le tomó la mano y se la apretó fuerte.
- Ay Noah, es terrible. No sé que decirte, pero no fué tu culpa, eras chico. Vos también podrías haberte ahogado.
- En todo caso, yo tendría que haberme ahogado! yo fuí el imprudente! pero no! yo me salvé y mi hermano, que era un excelente nadador y atleta, él no lo pudo conseguir. A veces pienso que daría cualquier cosa, por volver atrás, y que las cosas pasaran al revés.
- No! Tampoco digas eso! – le suplicó Nilén. Ahora entiendo porque creíste verlo en a alcantarilla Noah, es la culpa que te atormenta.
- Si, ya sé – le dijo Noah. Por un momento al no encontrar a tu hermano, algo se debe haber disparado en mi memoria, tal vez me sentí como mi hermano mayor se sintió al no verme a mí emerger enseguida. Pero te juro, que fué tan real cuándo lo ví, ahí parado, y...por un instante fuí inmensamente felíz.
-Quisiera poder hacer algo, pero sé que no puedo – dijo Nilén muy despacio.
-Y qué es eso de que tu hermano también vió algo? – recordó Noah. Al final no le pregunté porque se había alejado de mi ese día.
Nilén le contó que su hermano había visto, según él, un pez dorado, y lo estaba siguiendo por el túnel. El creía que podía haber venido en sentido inverso desde el desagüe en el río y se había introducido a los tuneles del drenaje y ahora no podía salir. El único problema es que Ollie quería ir a buscarlo y darle de comer.
- Pero es raro, que un pez dorado se encuentre en el río , además no hubiera sobrevivido ahí en esos túneles – reflexionó Noah- no, puede ser, debe estar confundido. De todas formas, Nilén, hablá con él, convencelo de que no baje más ya, y prometeme que vos no vas a ser tan inconciente de acompañarlo.
- Ollie tiene la cabeza como un adoquín. Nunca escucha a nadie– se mortificó Nilén.
- Debe ser de familia – dijo Noah mirandola a ella.
LiNa
Ese día era el cumpleaños de Nilén , en su casa prepararon todo para agasajarla, y ella se sentía agradecida pero distante. Muchas cosas le habían pasado ultimamente y no había logrado incorporarlas a su sistema, todavía no entendía cómo había terminado todo así.
Nilén estaba acurrucada, sentada en un viejo sillón de su habitación con la mirada perdida en la ventana, cuando su hermano llamó a la puerta tan ruidoso como siempre.
-¡Alguien vino a saludarte Nile! – dijo asomando primero la cabeza para luego entrar y dejar pasar tras de si a Noah. Nilén los miró a uno y a otro sorprendida y no atinó a decir nada, solo se limitó a sonreir después de unos segundos. Noah se adelantó y le dió un beso en la mejilla.
-¡Felíz cumpleaños! – le dijo , y Nilén sintió que se ponía colorada.
-¡Gracias! – le contestó con vos entrecortada- ¡qué suerte que pudiste pasar a saludarme!
- Nilén...no iba a dejar de hacerlo, por ningún motivo.- su voz era grave.
- Noah, dejame que te explique. Me siento mal porque las cosas no pasaron como tenían que haber pasado, ni como yo quería que fueran...
- Las cosas pasan... como pasan. No tenes por qué explicarme nada, yo no te pido explicaciones.
- No, ya se que vos no me exigís nada, es sólo que siempre nos llevamos tan bien, un vínculo como el que nosotros tenemos, no podemos dejarlo ir así...simplemente.
- No entiendo por qué bajaste sola ese día, sin decirle a nadie.
- Hice mal, es verdad. Pero después de lo que me habías contado, y mi hermano también creyó ver algo, yo sentí que tenía que volver ...
Nilén dudó un momento, pero tomó coraje y le preguntó a Noah como había muerto su hermano mayor:
- Al final nunca me contaste bien, si te molesta no me cuentes - le dijo.
- No, no me molesta.Creí que lo había superado, pero lo del otro día me demostró que la herida no está cerrada y tal vez nunca lo estará, y la culpa... aunque me diga a mi mismo que no me corresponde, que fué un accidente, la culpa es ya una sombra permanente que me acompaña, que se proyecta sobre mi sin remedio, a veces es pequeña y soportable, otras veces se agiganta y me sobrepasa.
Nilén lo observa en silencio, quisiera reconfortarlo pero no se anima a pronunciar una sola palabra. Noah hace una pausa y prosigue
- Mi padre, mi hermano y yo solíamos ir siempre al mar a pescar. Yo era más chico, así que lo único que hacía , supongo, era estorbar, pero ellos sí lo tomaban seriamente. Mi hermano era muy buen nadador y buceador, él me enseñó a nadar a mí. Ese día hacía bastante calor y no había buen pique, yo estaba muy aburrido y ya tenía hambre, me puse a fastidiar con que quería tirarme del bote a nadar, mi hermano ya me había dicho que no, que estabamos mar adentro, que no me tirara. Mi padre estaba ocupado guardando los anzuelos y acomodando las cosas para volver, y yo no hice caso y me zambullí por un costado del bote, dí una vuelta alrededor del bote y saludé con la mano a mi hermano para que no se enojara conmigo, después de eso me sumergí, para bucear un poco. No sé qué me pasó, había buceado unos minutos, cuando me sentí sin aire, así que me impulsé hacia arriba, y pensé que ya salía a la superficie, pero no, no me daba cuenta donde estaba la superficie, había perdido la noción de arriba y abajo, abrí los ojos en el agua y no veía donde estaba la luz que me indicara cómo salir, todo era una masa de agua a mi alrededor, me sentí mareado y me acuerdo que por un momento pensé “no me digas que me voy a ahogar acá” ya es como que había dejado de intentar salir, cuando siento que alguien me agarra del pelo y nada conmigo hacia afuera. Mi hermano y mi padre se habían sambullido los dos para buscarme, mi papá me sacó y me subió al bote, me golpeó la espalda para que escupiera el agua, mi hermano no salía todavía. Eso era algo inpensable porque él era el mejor nadador de los tres, mi papá se volvió a tirar al agua, finalmente lo sacó, pero estaba inconciente, intentó reanimarlo y me gritó que hiciera andar el motor del bote. Cuando llegamos a la orilla había poca gente, pero alguien dió aviso a la ambulancia, pero ya era muy tarde,no lo pudieron revivir.
Nilén escuchó la historia sin atreverse a mirar a Noah, recién cuando él teminó levantó la vista y vió su rostro desencajado, le tomó la mano y se la apretó fuerte.
- Ay Noah, es terrible. No sé que decirte, pero no fué tu culpa, eras chico. Vos también podrías haberte ahogado.
- En todo caso, yo tendría que haberme ahogado! yo fuí el imprudente! pero no! yo me salvé y mi hermano, que era un excelente nadador y atleta, él no lo pudo conseguir. A veces pienso que daría cualquier cosa, por volver atrás, y que las cosas pasaran al revés.
- No! Tampoco digas eso! – le suplicó Nilén. Ahora entiendo porque creíste verlo en a alcantarilla Noah, es la culpa que te atormenta.
- Si, ya sé – le dijo Noah. Por un momento al no encontrar a tu hermano, algo se debe haber disparado en mi memoria, tal vez me sentí como mi hermano mayor se sintió al no verme a mí emerger enseguida. Pero te juro, que fué tan real cuándo lo ví, ahí parado, y...por un instante fuí inmensamente felíz.
-Quisiera poder hacer algo, pero sé que no puedo – dijo Nilén muy despacio.
-Y qué es eso de que tu hermano también vió algo? – recordó Noah. Al final no le pregunté porque se había alejado de mi ese día.
Nilén le contó que su hermano había visto, según él, un pez dorado, y lo estaba siguiendo por el túnel. El creía que podía haber venido en sentido inverso desde el desagüe en el río y se había introducido a los tuneles del drenaje y ahora no podía salir. El único problema es que Ollie quería ir a buscarlo y darle de comer.
- Pero es raro, que un pez dorado se encuentre en el río , además no hubiera sobrevivido ahí en esos túneles – reflexionó Noah- no, puede ser, debe estar confundido. De todas formas, Nilén, hablá con él, convencelo de que no baje más ya, y prometeme que vos no vas a ser tan inconciente de acompañarlo.
- Ollie tiene la cabeza como un adoquín. Nunca escucha a nadie– se mortificó Nilén.
- Debe ser de familia – dijo Noah mirandola a ella.
LiNa
sábado, 27 de junio de 2009
LA CIENCIA DE AMAR
Ha visto, ahora que se descubrió que la causa de los enamoramientos era por la dopamina, una sustancia química cerebral, entonces lo mío no era de caliente, sino un desarreglo hormonal.XD
Ves? a qué vino tanto barullo, el día que te tiré con la planchita por la cabeza? Era para activar el lado derecho de tu cerebro y encajar tu química con la mía. No deberías habértela agarrado conmigo sino con los neurólogos yanquis. Ya te dije que todo lo que te hago y haré es por tu propio bien XD
Ahora se que el día que nos conocimos segregamos norepinefrina como babosas en celo y entusiasmada yo soñaba con vivir con vos y tener una casa mientras mi cerebro largaba baldes de ocitocina y vos, pedazo de bestia, expulsabas en tus espacios intersinapticos y en donde sea , tetosterona y pensabas solo en eso.
Pero…..no es tu culpa, amorrrrr, que casi no uses tu parte derecha del cerebro. XP También dicen en Cornell que nuestra pasión no puede durar más de 30 meses, ya que un tsunami cerebral de fenilalanina nos dejará culo pa’rriba ante la realidad y se nos revelará que tu expresión enigmática por las mañanas era simple cara de ojete y mis suspiros al escucharte no eran más que bostezos.
Y ahora que descubrimos que tus anécdotas eran aburridas, mis chistes no hacían tanta gracia, tus ojos no eran tan grandes, mi pelo no era tan lacio, tus orejas pantalludas, mis cejas muy pobladas, tus piernas estaban chuecas, mi cara muy colorada, vos, un hombro más alto que el otro, yo, las rodillas muy huesudas, transpiras como un beduino, yo sudo si estoy nerviosa, te meas antes de entrar al cine, yo toso en el teatro, no querés a mis amigas, yo no aguanto a tu madre, mi gato no te soporta, tu perro es tu fiel retrato, un cuzco abominable, roncas hasta despierto, yo me río como un chancho, no te conmueve la música clásica, a mi me harta la trova cubana….
Ahora…ahora, a dios gracias, vendrá la endorfina, y nuestra locura se desvanecerá dando paso a la tranquilidad y la paz de una relación duradera basada en la ciencia.
LiNa
Ves? a qué vino tanto barullo, el día que te tiré con la planchita por la cabeza? Era para activar el lado derecho de tu cerebro y encajar tu química con la mía. No deberías habértela agarrado conmigo sino con los neurólogos yanquis. Ya te dije que todo lo que te hago y haré es por tu propio bien XD
Ahora se que el día que nos conocimos segregamos norepinefrina como babosas en celo y entusiasmada yo soñaba con vivir con vos y tener una casa mientras mi cerebro largaba baldes de ocitocina y vos, pedazo de bestia, expulsabas en tus espacios intersinapticos y en donde sea , tetosterona y pensabas solo en eso.
Pero…..no es tu culpa, amorrrrr, que casi no uses tu parte derecha del cerebro. XP También dicen en Cornell que nuestra pasión no puede durar más de 30 meses, ya que un tsunami cerebral de fenilalanina nos dejará culo pa’rriba ante la realidad y se nos revelará que tu expresión enigmática por las mañanas era simple cara de ojete y mis suspiros al escucharte no eran más que bostezos.
Y ahora que descubrimos que tus anécdotas eran aburridas, mis chistes no hacían tanta gracia, tus ojos no eran tan grandes, mi pelo no era tan lacio, tus orejas pantalludas, mis cejas muy pobladas, tus piernas estaban chuecas, mi cara muy colorada, vos, un hombro más alto que el otro, yo, las rodillas muy huesudas, transpiras como un beduino, yo sudo si estoy nerviosa, te meas antes de entrar al cine, yo toso en el teatro, no querés a mis amigas, yo no aguanto a tu madre, mi gato no te soporta, tu perro es tu fiel retrato, un cuzco abominable, roncas hasta despierto, yo me río como un chancho, no te conmueve la música clásica, a mi me harta la trova cubana….
Ahora…ahora, a dios gracias, vendrá la endorfina, y nuestra locura se desvanecerá dando paso a la tranquilidad y la paz de una relación duradera basada en la ciencia.
LiNa
martes, 2 de junio de 2009
TANGO ONLINE
Te piantaste aquella tarde
me afanaste los contactos
los metiste en la valija
y me cerraste el flog.
Arre que ya fue
me gristaste de la puerta
y me quedé con la boca abierta
que rayos te hice yo?
para que me borres el photoshop.
Cuando miro tu avatar
te juro me quiero matar
y en tu Nick pusiste, ¡por dios!
re disponible, menos para vos.
Te llevaste la laptop, el mouse y el mate
dejá el pendrive al menos, rescatate!
las sábanas, las toallas,
los jabones y la cortina de baño
y sin embargo te extraño.
Volvé, te perdono igual
aunque sea decime cual
es la clave de la cuenta
que cambiaste al partir
ya no puedo ni subir
la foto de mi gato
y eso que estoy hace rato
probando con todos los nombres
que te parlaste en el eme
hace el favor, entendeme
que no me podés dejar así
te lo suplico, y no me rindo
volvé a pasar por mi flog
y no te olvides de firmar lindo
LiNa
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