domingo, 28 de junio de 2009

CAPITULO 9 URBAN HACKERS: EL SECRETO DE NOAH

Ya había transcurrido más o menos un mes desde la pelea entre Kuro y Noah y no habían vuelto a reunirse para hacer más exploraciones. Ollie seguía yendo al parque con el skate y a veces se cruzaba con Noah pero Nilén no volvió a ir.
Ese día era el cumpleaños de Nilén , en su casa prepararon todo para agasajarla, y ella se sentía agradecida pero distante. Muchas cosas le habían pasado ultimamente y no había logrado incorporarlas a su sistema, todavía no entendía cómo había terminado todo así.
Nilén estaba acurrucada, sentada en un viejo sillón de su habitación con la mirada perdida en la ventana, cuando su hermano llamó a la puerta tan ruidoso como siempre.
-¡Alguien vino a saludarte Nile! – dijo asomando primero la cabeza para luego entrar y dejar pasar tras de si a Noah. Nilén los miró a uno y a otro sorprendida y no atinó a decir nada, solo se limitó a sonreir después de unos segundos. Noah se adelantó y le dió un beso en la mejilla.
-¡Felíz cumpleaños! – le dijo , y Nilén sintió que se ponía colorada.
-¡Gracias! – le contestó con vos entrecortada- ¡qué suerte que pudiste pasar a saludarme!
- Nilén...no iba a dejar de hacerlo, por ningún motivo.- su voz era grave.
- Noah, dejame que te explique. Me siento mal porque las cosas no pasaron como tenían que haber pasado, ni como yo quería que fueran...
- Las cosas pasan... como pasan. No tenes por qué explicarme nada, yo no te pido explicaciones.
- No, ya se que vos no me exigís nada, es sólo que siempre nos llevamos tan bien, un vínculo como el que nosotros tenemos, no podemos dejarlo ir así...simplemente.
- No entiendo por qué bajaste sola ese día, sin decirle a nadie.
- Hice mal, es verdad. Pero después de lo que me habías contado, y mi hermano también creyó ver algo, yo sentí que tenía que volver ...
Nilén dudó un momento, pero tomó coraje y le preguntó a Noah como había muerto su hermano mayor:
- Al final nunca me contaste bien, si te molesta no me cuentes - le dijo.
- No, no me molesta.Creí que lo había superado, pero lo del otro día me demostró que la herida no está cerrada y tal vez nunca lo estará, y la culpa... aunque me diga a mi mismo que no me corresponde, que fué un accidente, la culpa es ya una sombra permanente que me acompaña, que se proyecta sobre mi sin remedio, a veces es pequeña y soportable, otras veces se agiganta y me sobrepasa.
Nilén lo observa en silencio, quisiera reconfortarlo pero no se anima a pronunciar una sola palabra. Noah hace una pausa y prosigue
- Mi padre, mi hermano y yo solíamos ir siempre al mar a pescar. Yo era más chico, así que lo único que hacía , supongo, era estorbar, pero ellos sí lo tomaban seriamente. Mi hermano era muy buen nadador y buceador, él me enseñó a nadar a mí. Ese día hacía bastante calor y no había buen pique, yo estaba muy aburrido y ya tenía hambre, me puse a fastidiar con que quería tirarme del bote a nadar, mi hermano ya me había dicho que no, que estabamos mar adentro, que no me tirara. Mi padre estaba ocupado guardando los anzuelos y acomodando las cosas para volver, y yo no hice caso y me zambullí por un costado del bote, dí una vuelta alrededor del bote y saludé con la mano a mi hermano para que no se enojara conmigo, después de eso me sumergí, para bucear un poco. No sé qué me pasó, había buceado unos minutos, cuando me sentí sin aire, así que me impulsé hacia arriba, y pensé que ya salía a la superficie, pero no, no me daba cuenta donde estaba la superficie, había perdido la noción de arriba y abajo, abrí los ojos en el agua y no veía donde estaba la luz que me indicara cómo salir, todo era una masa de agua a mi alrededor, me sentí mareado y me acuerdo que por un momento pensé “no me digas que me voy a ahogar acá” ya es como que había dejado de intentar salir, cuando siento que alguien me agarra del pelo y nada conmigo hacia afuera. Mi hermano y mi padre se habían sambullido los dos para buscarme, mi papá me sacó y me subió al bote, me golpeó la espalda para que escupiera el agua, mi hermano no salía todavía. Eso era algo inpensable porque él era el mejor nadador de los tres, mi papá se volvió a tirar al agua, finalmente lo sacó, pero estaba inconciente, intentó reanimarlo y me gritó que hiciera andar el motor del bote. Cuando llegamos a la orilla había poca gente, pero alguien dió aviso a la ambulancia, pero ya era muy tarde,no lo pudieron revivir.
Nilén escuchó la historia sin atreverse a mirar a Noah, recién cuando él teminó levantó la vista y vió su rostro desencajado, le tomó la mano y se la apretó fuerte.
- Ay Noah, es terrible. No sé que decirte, pero no fué tu culpa, eras chico. Vos también podrías haberte ahogado.
- En todo caso, yo tendría que haberme ahogado! yo fuí el imprudente! pero no! yo me salvé y mi hermano, que era un excelente nadador y atleta, él no lo pudo conseguir. A veces pienso que daría cualquier cosa, por volver atrás, y que las cosas pasaran al revés.
- No! Tampoco digas eso! – le suplicó Nilén. Ahora entiendo porque creíste verlo en a alcantarilla Noah, es la culpa que te atormenta.
- Si, ya sé – le dijo Noah. Por un momento al no encontrar a tu hermano, algo se debe haber disparado en mi memoria, tal vez me sentí como mi hermano mayor se sintió al no verme a mí emerger enseguida. Pero te juro, que fué tan real cuándo lo ví, ahí parado, y...por un instante fuí inmensamente felíz.
-Quisiera poder hacer algo, pero sé que no puedo – dijo Nilén muy despacio.
-Y qué es eso de que tu hermano también vió algo? – recordó Noah. Al final no le pregunté porque se había alejado de mi ese día.
Nilén le contó que su hermano había visto, según él, un pez dorado, y lo estaba siguiendo por el túnel. El creía que podía haber venido en sentido inverso desde el desagüe en el río y se había introducido a los tuneles del drenaje y ahora no podía salir. El único problema es que Ollie quería ir a buscarlo y darle de comer.
- Pero es raro, que un pez dorado se encuentre en el río , además no hubiera sobrevivido ahí en esos túneles – reflexionó Noah- no, puede ser, debe estar confundido. De todas formas, Nilén, hablá con él, convencelo de que no baje más ya, y prometeme que vos no vas a ser tan inconciente de acompañarlo.
- Ollie tiene la cabeza como un adoquín. Nunca escucha a nadie– se mortificó Nilén.
- Debe ser de familia – dijo Noah mirandola a ella.

LiNa

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