jueves, 8 de abril de 2010

EL PROBADOR D:



Pocos lugares hay incómodos, estrechos expuestos en esta vida como los probadores de los negocios de ropa. Podría decir que los baños del club también tienen cierto parentesco maléfico (por lo de las cortinitas berretas y tacañas ) pero no es lo mismo porque en el club estamos todos iguales, en bolas, y en el probador todos están vestidos y yo estoy en desventaja en bolainas! ¿Por qué carachos quiero llevar ese vestido que tiene el maniquí, si es evidente que no me puede quedar igual? El maniquí es alto, delgado, brillante, calvo y no le duelen los pies…y es más razonable que yo, que de cabeza dura me emperro en llevar algo que no me va a ir ni a palos.

-¿te querés probar? En realidad no, ni ganas de desvestirme, ya me daba una fiaaaca enorme vestirme para salir pero bueh…por lo menos me saco de encima a la vendedora un rato mientras pienso si lo quiero o no. Y voy hacia el probador con la sensación de estar caminando por la borda con un pirata atrás que me empuja con una espada, ahhh no, es la mina con la percha, fiuuuu!

El probador. La cortina si la corrés de una lado se abre del otro, si la corres del otro se abre del primero, es un clásico. No hay dónde poner las cosas. Un solo percherito huérfano, y yo me pregunto..qué cuelgo? ¿la ropa de ellos o la mía y la de ellos la ´pongo en el piso? Al final mi ropa junto con la cartera van a parar al piso. Te agachás para sacarte la ropa, con el traste empujás la cortinita y te ven todos..¿cómo te queda? ¡qué se yo! ¡ni los streapers se desvisten así de rápido!

-¿Querés que te ayude? – Sii, enmudecé una media horita, andá a hacer un curso de cerámica, hablá por cel con tu novio, ehm.. no se , perdete!! No, no volvée, necesito otro talle.

Las vendedoras te ofrecen ayuda una vez, tómalo o déjalo, si uno las desaira, no sueñes con que van a volver a darte bola. Al final tengo que abrir la cortina, sacar medio cuerpo afuera y agitar la pilcha en son de paz y reconocer que estoy perdida sin su guía espiritual. Al rato viene ella trotando felíz con una sonrisa de”te lo dije” y abre de un golpe seco el probador , ahora sí, me siento como en la película psicosis, -¿me podés traer un talle más?-le ruego, le imploro, pero ella me mira como si pidiera un abanico en una fábrica de ventiladores -¿qué?¿no hay?-le grito en bombacha ya en el medio del negocio –“bueh, me voy a fijar atrás, a ver si quedan “– sí, dale, andá a fijarte mientras yo vuelvo a la paz de mi probador sin saber qué hacer mientras espero, porque es al dope volver a vestirse pero también me siento muy boluda ahí en ropa interior esperando que vuelva de “atrás” donde seguramente hay obstáculos insalvables y arenas movedizas porque volver no vuelve y ya tengo frío y el probador me parece grande y solitario. Mejor me visto y le digo que lo voy a pensar, justo que termino aparece con la prenda en la mano. –“Uy! mirá mejor lo pienso y cualquier cosa después vuelvo, porque en realidad yo quería ver cómo me quedaba pero lo estaba buscando en color natural, viste”- (puf, que la tierra se abra y me trague)

-¡Ah! En color natural sí lo tengo en tu talle…¡¿no te querés probar?!
-En se..rio..Y..Bbueno….(¡NOooooooooooo!!!) :(

LiNa
Otro escrito que forma parte de la nueva revista "FeLiNa"


Safe Creative #0903152763178

2 comentarios:

  1. JAJAJAJJAJAJAJAJ... Verdades mas ciertas nunca han sido dichas Lina!!!.. que bueno que retmes el blog!!...

    A mi lo de la cortina me pasa siempre!!... que les costara poner 30 cm más de tela!!! que lo pario!!!!

    Y otra cosa que es embolante de la vendedoras, es que uno entra buscando un par de medias blancas comunachas y te ofrecen desde pantalones hasta un par de zpatos nuevos... dios, yo solo quiero un par de medis... solo medias!!!!!!! ni pantalones, pulloveres, remeras, polleras... nada de eso... solo medias!!!!!

    ResponderEliminar
  2. muy buenas las reflexiones.
    quiero seguir en contacto

    vigenciaradial.blogspot.com

    ResponderEliminar