En el living de la casa de Nilén, ella y su hermano Ollie se miraban de reojo. Ollie todavía se sentía resentido con su hermana por haberse ido así con Kuro, dejándolo solo. aburrido y con toda la carga de las explicaciones a sus padres.
Nilén estaba sentada en uno de los sillones “ignorando” a su hermano que, sentado en el piso junto a una mesa ratona dibujaba distraídamente sin hablar. Más atrás sentado en otro de los sillones Kuro los miraba cada tanto intentando no reírse.
Al fin Ollie no aguantó más y casi le gritó a Nilén sobresaltando a todos:
-Tuviste suerte que yo ablandara a mamá cuando te fuiste de gira con Kuro, si no te mataba cuando volvías. ¿Sabés que me debés gratitud eterna , no, hermanita?
-¡Ya te dije gracias! Tampoco era para tanto, mamá sabía que los padres de Kuro nos acompañaron toda la gira, no exageres….igual ya te agradecí, ¿qué más querés?
Kuro se paró y comenzó a pasearse por la habitación con las manos en los bolsillos
mirando a uno y a otro hasta que encogiéndose de hombros se rió resignadamente:
-¡ Cómo extrañaba esas peleas entre ustedes dos! ¡Me dan ganas de tener una hermana! Nilén te extrañaba mucho, aunque no lo quiera reconocer, y tenía miedo que estuvieras metido en alguna de tus locas aventuras.
Ambos hermanos se miraron sorprendidos y avergonzados como si hubieran sido descubiertos en algo inconfesable. Luego los dos al mismo tiempo giraron la cabeza y miraron a Kuro con los ojos entrecerrados. Kuro retrocedió un poco;
-¿Qué? ¿qué dije?- y diciendo eso se fue para la cocina. Era mejor dejarlos solos hasta que se les pase.
:- ¡Yo se cuidarme solo! –se ofendió Ollie
- ¡¿Qué me importa?! – le gritó Nilén abandonando la habitación con aires de superioridad.
Más tarde , después que Kuro se fuera a su casa, Ollie entró en la habitación de su hermana y se tiró pesadamente en su cama haciendo saltar por el aire todas las fotos de la gira con la banda de Kuro que Nilén estaba tratando de ordenar en un albúm. En otra ocasión se hubiera abalanzado sobre él y hubieran rodado por el piso peleándose como cuando eran más chicos, pero ahora Nilén no tenía ganas de discutir.
Se levantó y se acercó a la ventana, descorriendo un poco las cortinas mientras miraba hacia la calle, le preguntó a su hermano casi sin darle importancia:
- Ahora que estamos solos, decime una cosa. ¿alguna vez volviste a bajar por la alcantarilla? ¿eh? contestame! ¿volviste, después de que casi se ahogan ahí con la tormenta?
- ¿Me creerías si te digo que no? – le contestó Ollie mirando hacia el piso.
Nilén frunció el ceño y se acercó a Ollie apuntándole con el dedo :
- ¡Ollie! ¡Me contás todo ya mismo! –le gritó
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