jueves, 27 de enero de 2011

URBAN HACKERS II TOXIC ISLAND CAPITULO 6: VOLVIENDO A EMPEZAR

Le pareció escuchar la voz de Noah y se levantó de la cama de un salto. ¿qué hora era? ¿estaría soñando? Nilén salió de su habitación y se asomó por encima de la baranda de la escalera. Abajo estaba Noah conversando con sus padres. Ollie lo tiraba de un brazo diciendo que suba a saludarla.

NIlén corrió a peinarse y cambiarse antes que subieran. El resto de la mañana se la pasaron contándose anécdotas, y poniéndose al día con todas las novedades de cada uno, Ollie los interrumpía a cada rato tratando de acaparar la atención, es que Noah era como un hermano mayor para él. Inevitable fue que terminaran hablando de aquellas exploraciones urbanas que los reuniera como los Urban Hackers, sobre todo la última, con la tormenta y todos los riesgos que habían corrido.

Así los encontró Kuro cuando llegó más tarde, los tres entusiasmados, como si algo estuviera a punto de suceder. Ollie tirado en el piso tenía a su alrededor los planos de la alcantarilla desplegados.

Kuro se inclinó y tomó uno de ellos y mirando a Nilén dijo :
- ¡Volvamos!

Los cuatro se miraron, estaba decidido.

Acordaron, dos noches, dos noches más a partir de ese momento y volverían a revivir una experiencia que fue decisiva para cada uno de ellos en muchos sentidos. Sólo había que esperar y prepararse y verificar el clima, por supuesto.

La noche que decidieron bajar a la alcantarilla de nuevo, era una noche ideal, estrellada, con una luna perfecta. Cuando llegaron al lugar, Noah quitó la tapa de la alcantarilla con ayuda de una palanca. Uno a uno fueron bajando por la escalerilla, Kuro el último, que arrimó la tapa para que nadie notara que estaba removida.

El olor a humedad , un poco nauseabundo sacudió la mente de Nilén y la transportó por un momento al pasado. Por un instante se le paralizó el corazón, una mezcla de miedo y excitación se le agolparon en la boca del estómago. Siguió caminando con la mirada fija en la espalda de Noah que apuraba el paso tratando de no perder de vista a Ollie, quien, como de costumbre no escuchaba a nadie y se perdía despreocupadamente por los túneles, detrás se sentían firmes y pausados los pasos de Kuro.

Al rato se dio cuenta que ya no escuchaba sus pasos, se dio vuelta buscándolo y lo vió mirando pensativamente un graffitti en la pared del túnel.

-Me acuerdo cuando lo pintaste – le dijo Kuro a Nilén- creo que en ese entonces todavía me odiabas..
-¡Mis razones tendría, seguro! –bromeó Nilén .

Un silencio pesado los envolvió por un instante, Nilén reaccionó primero :

- ¡Genial! ¡Ya se fueron por su cuenta aquellos dos! Ollie nunca puede esperarme!-
dijo ofuscada y comenzó a correr por los túneles llamando a su hermano.

Kuro apenas tuvo tiempo de protestar, y con un resoplido de resignación comenzó a seguirla mientras se reprochaba a sí mismo haber vuelto a caer en los arriesgados proyectos de sus impulsivos amigos.

- ¡NIle, más despacio! – le gritó Kuro-

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